Los eructos suelen ser bastante comunes, pues se trata de una reacción natural del cuerpo para expulsar aire del estómago. No obstante, estos pueden resultar molestos e incómodos para algunas personas.
De acuerdo con información de la enciclopedia médica MedlinePlus, eructar es un proceso natural que consiste en liberar aire del estómago. Esta reacción ocurre porque cada vez que se ingiere un alimento, una porción de aire también ingresa al cuerpo con el líquido o la comida.
En consecuencia, la acumulación de aire en la parte superior del estómago provoca que este se estire, lo que a su vez genera la relajación del músculo en el extremo inferior del esófago. Dicho proceso permite que el aire escape hacia arriba por el esófago y salga por la boca.
Los eructos, dependiendo de su naturaleza, pueden variar en su intensidad, duración y la regularidad con que se presentan. Respecto a sus causas más frecuentes, figuran la enfermedad de reflujo ácido, enfermedad del sistema digestivo o presión causada por la deglución inconsciente de aire (también llamada aerofagia).
Si bien eructar es una reacción natural del cuerpo, no por ello se considera saludable hacerlo cada minuto del día. Sin embargo, algunas personas son propensas a eructar más que otras.
En algunos escenarios, el eructo aparece como respuesta al consumo de ciertos alimentos, por ejemplo, algunas bebidas como la gaseosa o la cerveza. Esto ocurre porque las bebidas que presentan el efecto burbujeante contienen un gas denominado dióxido de carbono. Si este se ingiere, luego de un rato volverá a salir por la boca a manera de eructo.
Las úlceras gástricas también suelen ser una causa del exceso de eructos. De acuerdo con MedlinePlus, una úlcera “es una llaga en la mucosa que recubre el estómago o el duodeno, que es la primera parte del intestino delgado”. Así mismo, anota que el síntoma más común es un ardor en el estómago, aunque puede estar acompañado de acidez gástrica constante, náuseas, vómitos, fatiga, entre otros.
La intolerancia a la lactosa es otra causa común de eructos y gases en general. Esta afecta a ciertas personas, quienes experimentan síntomas como distensión abdominal, cólicos abdominales, diarrea, gases y náuseas después de haber consumido productos lácteos.
Según reseña el portal especializado Saludista, otras causas de los eructos constantes son el reflujo ácido, el consumo de chicles o caramelos, el estrés, presencia de bacterias intestinales, una infección y problemas en el páncreas.
Teniendo en cuenta las diversas condiciones que pueden desencadenar episodios repetitivos de eructos, es recomendable acudir a un especialista médico para recibir un diagnóstico preciso y definir el tratamiento adecuado.
Consejos para reducir los eructos
- Comer y beber lentamente. Tomar tiempo para comer y beber puede ayudar a tragar menos aire. La hora de la comida debe ser un momento de relajación, porque comer estresado o al paso hace tragar más aire.
- Evitar las gaseosas y la cerveza. Estas bebidas liberan el gas llamado dióxido de carbono.
- Evitar la goma de mascar y los caramelos duros. Masticar chicle o chupar caramelos duros obliga a tragar con más frecuencia de lo normal y parte de lo que se traga es aire.
- No fumar. Con la inhalación del humo, también se inhala y traga aire.
- Revisar las dentaduras postizas. Las dentaduras postizas que no encajan bien pueden obligar a tragar más aire al comer o beber algo.
- Ponerse en movimiento. Dar un pequeño paseo después de comer puede ayudar.
- Tratar la acidez estomacal. Los antiácidos u otros remedios de venta libre pueden ayudar con la acidez estomacal leve y ocasional. En cambio, la enfermedad de reflujo gastroesofágico (ERGE), posiblemente requiera un medicamento con concentraciones de venta bajo receta u otro tratamiento.