La Fundación Española de la Nutrición (FEN) explica que el aceite de oliva es producido mayoritariamente por países del Mediterráneo, como por ejemplo España, Grecia e Italia.
Cabe recordar que el aceite de oliva es extraído de las aceitunas, ricas en vitamina E y antioxidantes, explica Tua Saúde. Esta grasa favorece la salud, gracias a su baja acidez que alcanza hasta el 0,8 %.
La Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (MedlinePlus) menciona que el aceite de oliva puede:
- Reducir la presiona arterial: se considera una enfermedad silenciosa, porque sus síntomas no necesariamente son perceptibles. Por esto, “según los cálculos, el 46 % de los adultos hipertensos desconocen que padecen esta afección”, asegura la Organización Mundial de la Salud (OMS). Es entonces que la define como “la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias, que son grandes vasos por los que circula la sangre en el organismo”.
- Diabetes: además, dice que “las personas que consumen mayores cantidades de aceite de oliva en la dieta parecen tener un menor riesgo de desarrollar diabetes. El consumo de aceite de oliva también parece mejorar el control del azúcar en sangre en personas con diabetes”, agrega.
- Reducir los niveles de colesterol: el National Heart, Lung and Blood Institute (NHLBI) explica que el colesterol “es una sustancia cerosa, similar a la grasa, que el cuerpo necesita para gozar de buena salud”, pero cuando los niveles son altos puede ser perjudicial, colocando en riesgo la vida de una persona.
“Los ácidos grasos del aceite de oliva parecen disminuir los niveles de colesterol y tienen efectos antiinflamatorios”, añade la enciclopedia médica.
Por esto, FEN revela una variedad de aceites de oliva que existen en el mercado según su proceso, sabor, peróxidos, entre otros, como el aceite de orujo de oliva, aceite de oliva refinado y aceite de oliva extra virgen.
De ahí que Tua Saúde aconseja seleccionar el aceite más puro que haya en el mercado, leyendo su etiqueta para verificar cada uno de sus compuestos.
Incluso, sugiere escoger los aceites de oliva que se encuentran envasados en frascos oscuros, puesto que el contacto con la luz lo hacen perder sus propiedades, es decir, las altera.
No obstante, aunque es un aceite rico en grasas monoinsaturadas, hace una precisión: consumir una cucharada al día, ya sea dentro de un plato o mezclado con otros ingredientes. Pero es importante saber que no es bueno cocinarlo, ¿por qué?
¿Es bueno calentar el aceite de oliva?
Según lo explica Tua Saúde, el aceite de oliva cuando es calentado pierde antioxidantes y grasas.
Por su parte, El Confidencial agrega que el aceite de oliva extra virgen a altas temperaturas -superiores a 320 grados- entra en un “proceso de hidrogenación”, siendo dañino para el corazón, por lo que aconseja un consumo crudo.
Además, Saber Vivir Tve señala que el consumo de alimentos fritos, inciden en el envejecimiento prematuro. Según menciona, cuando es calentado sus ácidos entran en oxidación, que inciden en la formación de radicales libres que “se producen cuando el cuerpo descompone el alimento o cuando usted está expuesto al humo del tabaco o a la radiación”, añade MedlinePlus.
Cabe recordar que el aceite de oliva también es útil para la piel, esto lo afirma Mundo Deportivo que destaca que dentro de los beneficios que tiene sobre la piel se encuentra la hidratación, la reducción del envejecimiento prematuro, y la fomentación de la elasticidad de la piel, gracias a los ácidos que la componen. Sin embargo, se recomienda observar que luego de su uso provoca o no alergias.