El consumo alimenticio del ser humano es clave para el desarrollo del cuerpo humano, a partir de ciertos hábitos de ingesta, el organismo puede verse potenciado o perjudicado de acuerdo a las propiedades y nutrientes absorbidos a través del tiempo, y de cada una de las actividades que complementan esta alimentación.
Algunos alimentos en concreto reciben el mote de “superalimentos” gracias a la enorme cantidad de propiedades y aportes que brindan a la salud de forma integra, sin embargo, es importante resaltar los efectos que pueden surgir a partir de estos consumos, y así poder realizar algunas puntualidades respecto a dichos hábitos.
Uno de estos productos altamente recomendados para el consumo, son las almendras, las cuales poseen distintas presentaciones y formas de ingerir, por lo que son bastante versátiles en su preparación, y las distintas maneras en que pueden ser incluidos en la dieta diaria.
Entre las formas más comunes de consumirlas, se encuentra su adición a ensaladas, o también el añadirlas a ciertas bebidas como por ejemplo la leche de vaca.
Los aportes brindados a la salud por las almendras suelen ser altamente destacados considerando las cantidades de calcio, hierro, magnesio, fósforo y potasio que poseen en su composición, entre muchos otros minerales, al igual que distintas vitaminas, especialmente del complejo B y los grupos A y E, de hecho según distintos análisis, consumir al menos 25 gramos de este fruto seco, puede brindar al organismo el 42 % de la ingesta diaria de este grupo vitamínico mencionado en último lugar.
Los beneficios directos a la salud con mayor relevancia suelen ser, la estimulación de las funciones endoteliales, la protección de las funciones cardiovasculares, y la disminución del colesterol malo, que puede aumentar el riesgo de sufrir afectaciones cardíacas, lo que reduce estos peligros hasta en un 30 % según diversos estudios.
De la misma forma, el consumo de almendras permite fortalecer las estructuras óseas, incluidos los dientes, gracias al aporte en los minerales previamente mencionados, capaces de fortificar los huesos, y evitar algunas enfermedades, como por ejemplo, la artritis o la osteoporosis.
¿Se pueden consumir todos los días?
Algunos expertos recomiendan el consumo de este fruto seco a diario, sin embargo, otras personas aseguran que esto podría significar una ingesta excesiva, lo que produzca efectos adversos para la salud de manera general.
A partir de esto, según explica el portal, Alimente+, lo más recomendable es consumir diariamente de 10 a 20 almendras, dependiendo del peso de cada persona, y de la actividad física que este realice, ya que entre mayor ejercicio sea efectuado, mayor en la cantidad de almendras que se puede consumir.
En cuanto al tipo de almendras en concreto, las más recomendadas son las tostadas o al natural sin sales, evitando aquellas que están fritas o que poseen añadidos que puedan causar efectos negativos a la salud como endulzantes o la sal.
El consumo de las almendras es un elemento clave en caso de que se quiera ganar masa muscular, además de que estas poseen una gran cantidad de calcio, al igual que la leche, por lo que se recomiendan para evitar lesiones o dolencias profundas.
Es importante resaltar el papel de estos alimentos para el consumo, ya que de esta manera, se puede generar conciencia respecto al impacto de los distintos alimentos para la salud, especialmente si estos forman parte de la dieta diaria del ser humano. De la misma forma es clave mencionar los aportes de este tipo de productos, ya que en muchos casos pasan desapercibidos o son menospreciados al diseñar un régimen alimenticio rico y saludable.