La Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió una alerta sobre el uso de edulcorantes artificiales y sus consecuencias en el organismo. Uno de los que más llamó la atención fue el aspartamo, descubierto en 1965 por el químico James M. Schlatter, que se unió al mercado en 1973, según reseñó CNN.

El aspartamo surgió de la combinación química de dos aminoácidos: el ácido aspártico y la fenilalanina, componentes que se encuentran en forma natural en todos los alimentos proteínicos como la carne, los cereales y los productos lácteos, describe el portal Infoalimentos.

De acuerdo con CNN, este ingrediente es uno de los seis edulcorantes no nutritivos, es decir, que “contienen una cantidad ínfima o nula de carbohidratos y no aporta al organismo energía, esto es, calorías, como el azúcar”, aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA, por sus siglas en inglés). Los otros son el acesulfamo potásico (Sunett y Sweet One), la sacarina (Sweet’N Low, Sweet Twin y Necta Sweet), la sucralosa (Splenda), el neotamo (Newtame) y el advantamo (Advantame).

La stevia es un edulcorante que podría no ayudar a bajar de peso, según la OMS. | Foto: Libre de derechos

Sin embargo, la diferencia del aspartamo de los edulcorantes artificiales es que se metaboliza y tiene unas 4 calorías por gramo. “Es aproximadamente 200 veces más dulce que el azúcar; el neotamo es hasta 13.000 veces más dulce y el advantamo unas 20.000 veces más dulce que el azúcar”, detalló el medio citado.

Así, en muchas ocasiones, el aspartamo es empleado para endulzar diversos alimentos y bebidas, o como edulcorante de mesa. Pero son muchos los mitos y verdades que hay sobre este producto.

El aspartamo reemplaza el azúcar en varias bebidas dietéticas | Foto: Con derechos gestionados de Getty Images

“El aspartamo ha sido declarado apto para el consumo de toda la población, incluidos los diabéticos, las mujeres embarazadas y en período de lactancia, y los niños, en más de 90 países, y por organismos de control como el Comité Mixto FAO/OMS de Expertos en Aditivos Alimentarios y la FDA (Administración Estadounidense de Alimentos y Medicamentos)”, señala el citado portal.

Según varios estudios, han encontrado correlaciones entre los edulcorantes artificiales y diversos problemas de salud, entre los que destacan migrañas, depresión, cardiopatías, problemas cognitivos, de comportamiento y de desarrollo, así como desarrollo de demencia, diabetes y cáncer.

El dolor de cabeza por migraña puede producir vértigo. Getty Images. | Foto: Getty Images.

No obstante, información del Comité de Expertos en Aditivos Alimentarios, un comité consultivo conjunto de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura y la Organización Mundial de la Salud, reseñado por CNN, llegó a la conclusión, en 2013, de que “no hay pruebas convincentes de estudios experimentales en animales o en humanos de que el aspartamo tenga efectos adversos tras su ingestión, siempre que los niveles estén dentro de la ingesta diaria aceptable de 40 miligramos por kilogramo de peso corporal”.

De hecho, en muchas ocasiones, han relacionado su consumo con la esclerosis múltiple. “El Dr. David Squillacote, asesor médico principal de la Fundación para la Esclerosis Múltiple, asegura que no existe prueba científica alguna de que esta sustancia provoque, o agrave de ninguna forma, esta enfermedad”, destaca el portal Infoalimentos.

La recomendación de la OMS es que la ingesta de azúcar diaria no supere el 10 % del total de las calorías que se consumen, algo que podría tener consecuencias nefastas para algunos órganos y para el cuerpo humano en general.

La recomendación de la OMS es que la ingesta de azúcar diaria no supere el 10% del total de las calorías que se consumen. | Foto: Getty Images

“Reemplazar los azúcares libres por edulcorantes sin azúcar (NSS, por sus siglas en inglés) no ayuda a controlar el peso a largo plazo. Las personas deben considerar otras formas de reducir el consumo de azúcares libres, como consumir alimentos con azúcares naturales, como frutas o alimentos y bebidas sin azúcar”, indicó Francesco Branca, director de Nutrición y Seguridad Alimentaria de la OMS.

Por último, el aspartamo no debe ser consumido por personas que padezcan el trastorno genético fenilcetonuria, una patología hepática poco frecuente, ni por mujeres embarazadas con altos niveles de fenilalanina en sangre, ya que estas personas no lo metabolizan correctamente, detalló CNN.