De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (MedlinePlus), la presión arterial “es la fuerza de su sangre al empujar contra las paredes de sus arterias”. Cuando sus niveles se elevan, no suele desarrollar síntomas, sin embargo, en algunos casos, el sangrado nasal, la falta de aire, y los dolores de cabeza pueden ser señal de que algo no está bien, asegura la Clínica Mayo.
Normalmente, la hipertensión —como también se le denomina— se presenta por hábitos malsanos como, por ejemplo, el consumo excesivo de sal, la falta de ejercicio y de un plan de alimentación balanceado, por lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que es prevenible.
Por su parte, la Clínica Mayo señala que el tratamiento de la presión arterial alta debe estar sujeto a un acompañamiento médico. Además de modificar hábitos como disminuir el consumo de sal e incluso dormir entre siete y nueve horas, pero, ¿qué tan bueno es o no dormir teniendo la presión arterial alta?
¿Es malo dormir teniendo la presión alta?
La enciclopedia médica menciona que cuando la presión arterial alta no es controlada y “se mantiene mucho tiempo alta, hace que el corazón bombee con más fuerza y trabaje demasiado, lo que puede ocasionar serios problemas de salud”, como un ataque cardíaco, un accidente cerebrovascular e inclusive problemas en los riñones.
Asimismo, no dormir lo suficiente puede inducir a problemas cardiacos, según señala Francisco Lopez-Jimenez, M.D., a través de un artículo de la Clínica Mayo. El experto asegura que “la falta de sueño regular puede provocar presión arterial alta (hipertensión arterial) en niños y en adultos”. Es decir, quienes ya tienen un diagnóstico de hipertensión se pueden ver altamente afectados si no tienen un descanso pleno.
“El aumento de la presión arterial durante la noche hasta temprano en la mañana se ha relacionado con un mayor riesgo de enfermedad cardíaca”, añade.
Por esto, Soy Vida sugiere antes de acostarse monitorear los niveles de presión arterial y no dejar de seguir las indicaciones médicas. Si la presiona arterial no disminuye, es indispensable acudir de inmediato a un centro médico.
Entre tanto, la Clínica asegura que la presión arterial alta no solo afecta las arterias, sino que pone en peligro a otros órganos del cuerpo, como:
El cerebro
Un artículo de AARP menciona que hay una correlación entre la hipertensión y la demencia. Todo esto se determinó por un estudio publicado en la revista JAMA en la cual 1.700 personas fueron estudiadas por 24 años para corroborar el impacto que tiene la presión arterial sobre el cerebro.
Los resultados aseguraron que quienes se encontraban en una edad entre los 44 y 66 años de edad y tenían un diagnóstico de hipertensión estaban en 49 % de riesgo de sufrir demencia y deterioro cognitivo leve.
Sin embargo, no solo la hipertensión fue protagonista, sino la hipotensión, ya que quienes tuvieron presión arterial baja, luego de tener alta, elevaron las posibilidades de deterioro cognitivo leve (65 %).
Lo anterior se explica porque la fuerza que ejerce la sangre en las arterias es dañina para los vasos sanguíneos del cerebro y esto impide su flujo óptimo. Además, la organización indica que cuando una persona en la edad media de su vida tiene hipertensión, deteriora algunas zonas del cerebro y más adelante puede tener consecuencias como un trastorno cognitivo.
Riñones
Otros órganos afectados son los riñones porque ellos son quienes la regulan. Por esto, cuando la presión de la sangre sobre las arterias es alta, lo que ocasiona es un daño en los vasos sanguíneos de los riñones. Incluso la Clínica Mayo manifiesta que quienes tienen un diagnóstico de diabetes se ven gravemente afectados.