La avena es un tipo de grano de cereal que puede reducir los niveles de colesterol y azúcar en la sangre, y ayudar a controlar el apetito al hacer que la persona se sienta llena, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Además, según la Fundación Española de la Nutrición (FEN), la avena destaca especialmente por su contenido en fibra y también es:
- Buena fuente de proteína: de bajo coste, ayudando a equiparar la proteína vegetal frente a la animal.
- Aporta hidratos de carbono y lípidos: si se compara con otros cereales, presenta un contenido en hidratos inferior al resto (básicamente en forma de almidón) y un aporte de lípidos superior al resto, consideradas grasa saludable.
- Contiene minerales: la avena posee un alto contenido en hierro, magnesio, zinc, fósforo, además de ser fuente de potasio.
- Aporta vitaminas: la avena posee un alto contenido en tiamina (vitamina B1), vitamina B6 y folatos, además de ser fuente de vitamina E.
- Avenantramidas: tienen una actividad antioxidante de 10 a 30 veces mayor que la de otros compuestos fenólicos, propiedades antiinflamatorias y antiaterogénicas, y ayudan a controlar la presión arterial al producir óxido nítrico (vasodilatador).
Sobre la misma línea, la fundación reveló los beneficios potenciales del consumo de avena en diferentes patologías:
- Diabetes
- Disminuye la glucosa en ayunas.
- Mejora sensibilidad a la insulina.
- Reduce concentración de hemoglobina glicosilada, de interés en situación de prediabetes.
- Enfermedad cardiovascular
- Reducción del colesterol sanguíneo
- Disminuye niveles de LDL y triglicéridos.
- Aumenta niveles de HDL.
- Propiedades antiinflamatorias.
- Cáncer
- Retrasa el crecimiento de líneas celulares de cáncer e induce muerte celular de estas.
- Celiaquía
- Su consumo puede contemplarse en paciente con enfermedad celiaca (sería necesario estudiar cada caso).
- Enfermedades intestinales
- Disminuye distensión, dolor abdominal y flatulencias.
- Mejora el estreñimiento.
- Obesidad
- Por sus efectos beneficiosos sería interesante contemplar su uso en el tratamiento del sobrepeso y la obesidad.
Por ello, sobre cómo es mejor consumirla, el diario español Mundo Deportivo reveló, en su sección de salud, que la avena ya viene precocida y por ello si se consume “cruda” no generará problemas de salud, pues “la avena completamente cruda es indigesta para el sistema digestivo”.
De todos modos, también se pueden obtener las propiedades cocinándola y el portal Mejor con Salud reveló cómo hacerlo y se debe hacer es remojar el cereal antes de cocinarlo. Además, al momento de prepararlo lo recomendado es cocinarla con leche para incrementar las propiedades y se necesiten entre ocho y diez minutos para que el alimento esté listo para servir.
Sin embargo, la avena puede producir gas intestinal e hinchazón y, para minimizar los efectos secundarios, las personas pueden empezar con una dosis baja y aumentar lentamente a la cantidad deseada. Esto porque el cuerpo se acostumbrará al salvado de avena y los efectos secundarios desaparecerán pues este, junto con la avena integral, son probablemente seguros para la mayoría de las personas cuando se la usa en cantidades alimentarias, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.
Información nutricional por 100 g de avena en copos
Energía: 394 kcals
Proteínas: 13,9 g
Calcio: 48 mg
Carbohidratos: 66,6 g
Magnesio: 119 mg
Grasas: 8,5 g
Hierro: 4,4 mg
Fibras: 9,1 g
Zinc: 2,6 mg
Vitamina E: 1,5 mg
Fósforo: 153 mg
No obstante, al igual que con cualquier alimento que se quiera incluir en la dieta diaria, es importante consultar al médico tratante o a un nutricionista sobre cuál es la mejor manera de consumir, y si las condiciones médicas ya existentes no son un impedimento para beneficiarse de todas las propiedades de los alimentos ya nombrados, pues la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.