Comer bien, en especial con la familia y los amigos, es uno de los placeres de la vida. Por ello, es necesario alimentarse correctamente y tener buenos hábitos al hacerlo, pues esto no solo ayuda al organismo a desarrollarse correctamente, sino a fortalecer los vínculos sociales.
Sin embargo, algunas personas suele tener el mal hábito de ingerir los alimentos en la cama. Esto, además de dar una sensación de monotonía, si se mantiene con el tiempo puede verse alterada negativamente la salud. De hecho, se pueden desencadenar alteraciones en la deglución, en la digestión y también se pueden provocar trastornos de la conducta alimenticia.
Entre tanto, la doctora María José Escaffi, nutrióloga de la Clínica Las Condes explicó que, “por lo general, cuando comemos acostados estamos además haciendo otras cosas. Como viendo televisión o leyendo, por lo que perdemos la noción de cuánto comemos y la velocidad en que lo hacemos”.
Por otra parte, el investigador y profesor James Brown, que enseña Biología y Ciencias Biomédicas en la Universidad Aston del Reino Unido, indica que otra consecuencia de comer en la cama es que esto impide la absorción de nutrientes como los carbohidratos, que son una de las principales fuentes de energía.
Así las cosas, el portal web Cinco señala las formas como este hábito de comer en la casa puede afectar la salud:
- Comer acostada: al hacer esto, el estómago se acostumbra a estar en esta posición y por ello se expande y esto hace que se acumule más grasa en el abdomen. Asimismo, el metabolismo se volverá más lento, pero lo más peligroso de esto es que puede ahogarse con algún trozo de comida por no estar en la posición adecuada.
- Comer en la cama: un factor negativo de este hábito es que la habitación olerá a los alimentos que se consumirán. También, al estar en una mala posición para ingerir los alimentos, es probable que se padezcan trastornos del sueño.
- Comer en la cama viendo televisión: al enfocar la atención en la televisión y no en la comida que se ingiere, se pierde la noción de la cantidad de alimentos que se están consumiendo. Por lo anterior, el cuerpo no sabe si está saciado o debe comer más, y esto puede desencadenar el sobrepeso y la obesidad. Además, al ver televisión es probable que se coma más rápido y no se mastique bien la comida.
- Dormirse inmediatamente después de comer: normalmente, cuando se come en la noche, esto provoca sueño y sucede porque el organismo utilizó mucha energía para la digestión. Por lo anterior, es importante no dormir inmediatamente después de comer. Lo ideal es moverse un poco o esperar por lo menos 30 minutos.
Recomendaciones para decidir dónde comer
La especialista en salud de la Clínica Las Condes ha dado a conocer las siguientes recomendaciones para elegir correctamente el espacio donde se deben ingerir los alimentos:
- Para aquellos pacientes con reflujo, es importante que consideren que el comer acostados puede incrementar considerablemente la sintomatología.
- Si bien una mala posición no incide directamente en una digestión más lenta, es recomendable realizar caminatas o diferentes tipos de ejercicio, específicamente si los pacientes tienen problemas de tránsito lento.
- Si se ingiere el desayuno en la cama el fin de semana, no se restrinja, de vez en cuando no hace daño. Lo importante es que estés cómodo y bien sentado.
- Comer acompañado es ideal, porque se van regulando porciones, velocidad y además se disfruta de una buena conversación.
- Es importante centrar la atención completamente en el acto de comer y no pensar en las labores pendientes o mirar el celular.