Dormir es uno de los pasatiempos preferidos por muchos, pero también es una necesidad que altos organismos de salud como la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan realizar al día, mínimo siete horas seguidas.

Cada persona tiene su propia forma de dormir y a esta se le adhieren gustos o exigencias que tienen que ver con la exposición a la luz, los ruidos, la almohada, entre otras. De igual forma, hay quienes descansan acompañados de su pareja, otros lo hacen sin la compañía de nadie y quienes tienen mascotas comparten una parte de su cama con los animales domésticos.

En vista de que este tema de la siesta es tan relevante para la vida humana, un estudio publicado en el sitio web de carácter científico Taylor Francis Online tomó una muestra población de 962 mujeres, para realizar una investigación sobre la forma como duermen.

Estas personas, residentes de Estados Unidos, revelaron que casi la mitad de ellas se acuestan a dormir en compañía de un perro, otras lo hacían con un gato y el 50 % al lado de su pareja o compañero de habitación.

El hecho radica en que en esta situación, la cama se debe compartir. Por ello, al ser esta una herramienta de uso diario, los científicos se centraron en crear interrogantes que se entrometieron en la experiencia de la siesta desde una perspectiva individual y subjetiva.

Entre los hallazgos, aunque “no se mostró una fuerte relación entre el estado de propiedad de una mascota o las condiciones para compartir la cama a la hora de conciliar el sueño”, sí se pudo ahondar en el terreno de déficit de la calidad del sueño.

La pandemia aún sigue y hay personas que tuvieron sueños o pesadillas por ella. | Foto: Getty Images

De acuerdo con el estudio, teniendo como base el Índice de Calidad del Sueño de Pittsburgh (PSQI), “es posible que tener una mascota haya contribuido a las altas puntuaciones globales”. Es decir, dormir con animales es más confortable.

Así las cosas, uno de los primeros argumentos por los que la calidad del sueño tiene mejor percepción al descansar con mascotas, específicamente los caninos, es porque se percibió que los perros que dormían en la cama del dueño perturban menos el sueño, pues la presencia y compañía de estos se asocian con sentimientos más fuertes de comodidad y seguridad.

Hay un imaginario colectivo que muchos defienden y es que el perro es el mejor amigo del hombre. En esta oportunidad, los investigadores comparten la misma idea. Sin embargo, según los hallazgos, con los gatos no pasa lo mismo.

“Se informó que los gatos que dormían en la cama de su dueño eran tan perjudiciales como las parejas humanas”, dice la publicación.

Según el análisis del Departamento de Comportamiento Animal, Ecología y Conservación, Canisius College de los Estados Unidos, los felinos se vinculan a sentimientos más débiles de comodidad y seguridad, en comparación los compañeros de cama humanos y de perros.

A pesar de los puntos relacionados, la investigación consigna que se necesita abordar a mayores rasgos los comportamientos del sueño. En especial, para “determinar si las percepciones de los dueños de los animales, sobre el impacto de las mascotas en su sueño, se alinean con las medidas objetivas de la calidad del sueño”, concluyen.

Aun así, como primera instancia y basados en el argumento científico, parece ser que los perros son la mejor compañía para dormir, luego está la experiencia de la siesta compartida con otra persona, la cual suele ser la pareja sentimental.

Por otro parte, de acuerdo con la Clínica NYR, la falta de sueño en sí no es catalogada como una patología, sino como una consecuencia de patologías como el estrés y la ansiedad o molestias físicas, como dolor en alguna parte del cuerpo, que son las que pueden ocasionar que una persona pase una noche en vela o no duerma lo suficiente.