Tomar cantidades adecuadas de agua es una de las prácticas más saludables que pueden implementar las personas para garantizar su bienestar y su calidad de vida. De hecho, la evidencia científica ha demostrado que mantenerse hidratado puede tener múltiples beneficios para el organismo.
Hay, sin embargo, algunas dudas frecuentes que pueden tener las personas sobre la forma correcta de tomar agua, la temperatura adecuada a la que debe estar, la cantidad diaria que se debe ingerir y el ritmo al cual se debe consumir.
En cuanto a la temperatura, las investigaciones muestran que puede variar según las necesidades de cada persona. En otras palabras, puede tener beneficios distintos dependiendo de lo que cada paciente esté buscando.
Una investigación publicada por la revista científica The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism mostró que tomar agua fría puede incrementar el gasto energético del organismo y, con ello, favorecer la pérdida de peso. No obstante, este efecto no es lo suficientemente significativo como para combatir condiciones de salud como la obesidad.
Por su parte, el medio español El Confidencial advirtió que el consumo de agua al clima puede ayudar a que las personas se hidraten más debido a que tomar el líquido de esta forma es mucho más fácil y, por lo tanto, favorece que las personas tomen más cantidades.
A su vez, el portal web GQ de México advirtió que tomar agua caliente puede favorecer la digestión, pues no solo relaja el tracto gastrointestinal, sino que también ayudaría a descomponer los alimentos con mayor facilidad.
En cuanto a la cantidad adecuada que se debe tomar diariamente, hay distintas opiniones al respecto. La Clínica Mayo de Estados Unidos, por ejemplo, señala que la principal función del consumo de agua debe ser restaurar los líquidos que el cuerpo gasta todo el tiempo.
“Todos los días pierdes agua a través de la respiración, la transpiración, la orina y las deposiciones. Para que tu cuerpo funcione correctamente, debes reponer el suministro de agua consumiendo bebidas y alimentos que contengan agua”, explica la institución médica.
Y cita las recomendaciones de las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina de Estados Unidos, cuyas investigaciones determinaron cuáles son las cantidades de agua que deben beber a diario los hombres y las mujeres que viven en climas templados.
Según esa fuente, los hombres deben tomar alrededor de 3,7 litros de líquidos por día y las mujeres 2,7 litros. Esto, sin embargo, no significa que deban beber esa cantidad en agua, pues hay otros alimentos y bebidas que también sirven para hidratarse.
“Aproximadamente el 20 % de la ingesta de líquidos diaria suele provenir de los alimentos y el resto de las bebidas”, detalla la Clínica Mayo.
Dos signos que, según esa fuente médica, muestran que el consumo de líquidos es adecuado y no hay deshidratación son cuando las personas rara vez sienten sed y cuando su orina generalmente es incolora o de color amarillo claro.
“Para prevenir la deshidratación y asegurarte de que el cuerpo reciba los líquidos que necesita, haz del agua tu bebida favorita”, recomienda la Clínica Mayo.
Para garantizar una buena ingesta de líquidos, esa institución recomienda, por un lado, tomar un vaso de agua con y entre las comidas. También es muy importante tomar agua antes, durante y después de practicar actividades físicas o deportivas y beberla siempre que se presente sed.
“Bebidas tales como la leche, los jugos y los tés de hierbas son casi en su totalidad agua. Incluso las bebidas con cafeína, como el café y las bebidas gaseosas, contribuyen al consumo diario de agua. Pero no te entusiasmes con las bebidas endulzadas con azúcar. Las bebidas gaseosas regulares, las bebidas energizantes o para deportistas y otras bebidas dulces suelen contener una gran cantidad de azúcar agregada, que puede aportar más calorías de lo necesario”, concluye la Clínica Mayo.