El sueño es una actividad importante para el cuerpo -como lo es el ejercicio y la alimentación-, porque en él se restaura y el cerebro se renueva. Esto lo corrobora la doctora Marishka Brown de los National Institutes of Health (NIH) que precisa que “el sueño saludable abarca tres cosas importantes”.

“La primera es la cantidad de horas que duerme. La segunda es la calidad del sueño: tener un sueño reparador e ininterrumpido. La última es un horario de sueño regular”, explica.

De acuerdo con los NIH, tener una buena calidad de sueño, repercute en el rendimiento cerebral y el estado de ánimo. Sin embargo, cuando se ve esta actividad obstruida, se puede presentar afecciones como:

  • Demencia: de acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina, de los Estados Unidos, MedlinePlus, es una “pérdida de la función cerebral que ocurre a causa de ciertas enfermedades”, impactando el lenguaje, el pensamiento, la memoria y el comportamiento de una persona.
  • Derrame cerebral: según la enciclopedia médica, los ataques cardíacos -infartos- se deben a la obstrucción de un coágulo en las arterias coronarias, mismas que “llevan sangre y oxígeno al corazón”.

“Si el accidente es muy intenso, puede ocasionar la muerte de forma inmediata. Según la OMS, el 80 % de los AVC prematuros son prevenibles”, asegura la organización internacional en un artículo publicado en el año 2020.

  • Obesidad: por otro lado, describe el sobrepeso como “una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud”, que en el 2016 “más de 1900 millones de adultos de 18 o más años tenían sobrepeso, de los cuales, más de 650 millones eran obesos”, señala.

No obstante, se debe aclarar que aunque los expertos señalan que los adultos deben dormir entre 7 a 8 horas, hay quienes no pueden cumplir este tiempo determinado -dicen los NIH-, por diferentes razones, ya sea por un turno nocturno, o por el estrés crónico que padecen, fomentando así, la aparición de una complicación sobre su salud.

Dormir es una actividad importante para el cuerpo. | Foto: Libre de derechos

“La cantidad de sueño que necesita cambia con la edad. Los expertos recomiendan que los niños en edad escolar duerman al menos nueve horas durante la noche, y los adolescentes, entre ocho y diez. La mayoría de los adultos necesitan dormir al menos siete horas o más cada noche”, se puede leer en un informe de los NIH.

¿Se puede recuperar el sueño?

De ahí, la creencia popular que asegura que dormir más de nueve horas, o hacerlo cuando se tenga tiempo como los fines de semana, puede ayudar a recuperar el sueño perdido.

Sin embargo, esto lo desmiente 65yMás.com citando a la Clínica Somno, que asegura que los efectos negativos que causan las horas no dormidas en el organismo son irreversibles, porque este tiempo no es recuperado por más de que se haga un esfuerzo de dormir un tiempo extra.

Dormir recupera el cuerpo. | Foto: Dormir con el celular

A esto responde también la Clínica Mayo a través del doctor Eric J. Olson que asegura que la falta de sueño puede traer complicaciones sobre el sistema inmunitario, en donde mencionó que algunos estudios aseguran que la falta de sueño o la falta de calidad del mismo, incrementa el riesgo a algunas afecciones como el refugio.

Explica, además, que las citocinas o las proteínas que el cuerpo libera cuando duerme son usadas ante una inflamación o una infección, por lo que la falta de sueño, reduce su producción, aumentando la posibilidad de otras afecciones.

A los dolores de cabeza que se producen a la hora de dormir se le conocen como cefaleas nocturnas. Getty Images. | Foto: Getty Images

“Por lo tanto, tu cuerpo necesita dormir para combatir enfermedades infecciosas. La falta de sueño a largo plazo también aumenta el riesgo de obesidad, diabetes y enfermedades del corazón y los vasos sanguíneos”, dice la Clínica Mayo.

Finalmente, señala que dormir más de las horas recomendadas puede tener efectos contraproducentes afectando el buen sueño.