Cuando se trata de la nutrición es cierto el adagio que dice que todo en exceso es malo. Si bien los profesionales médicos les recomiendan a sus pacientes tener una dieta rica en vitaminas y minerales, lo cierto es que en algunas ocasiones pueden presentarse casos en los que las personas consumen más nutrientes de la cuenta.
La Secretaría de Salud de México señala que las vitaminas son consideradas como nutrientes esenciales para el cuerpo humano, pero esto no significa necesariamente que se puedan consumir sin control. Son claves para que las células lleven a cabo distintas funciones y, por lo tanto, ingerirlas en cantidades superiores a las recomendadas puede traer efectos nocivos para la salud.
Según señala la autoridad sanitaria, las vitaminas “se dividen en hidrosolubles y liposolubles. La diferencia entre ambas radica en que las primeras son utilizadas por el organismo inmediatamente y el excedente sale a través de la orina (excepto la vitamina B12) mientras que las liposolubles se almacenan en el tejido graso del cuerpo”.
En esa medida, explica que entre las vitaminas liposolubles se encuentran la A, D, E y K, que si se consumen en exceso pueden provocar múltiples síntomas de distinta gravedad.
La Secretaría de Salud mexicana sostiene que cuando se consumen de más, se genera un efecto conocido como “hipervitaminosis”
“Este padecimiento es difícil que ocurra a través de la dieta y es más frecuente que se presente por el consumo indiscriminado de complejos multivitamínicos”, indica la cartera de Salud de México.
No obstante, señala que la hipervitaminosis se presenta con mayor frecuencia con las vitaminas A y D, que cumplen importantes papeles en el organismo.
Medline Plus, la enciclopedia virtual de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, también indica que en el caso de la vitamina A generalmente las intoxicaciones no se dan por el consumo frecuente de alimentos que contienen ese nutriente, sino que se presentan a raíz de ingerir productos alternos a la dieta.
“Tomar dosis grandes de vitamina A durante el embarazo pueden causar defectos de nacimiento. La intoxicación aguda por vitamina A ocurre rápido. Puede suceder cuando un adulto consume cientos de miles de unidades internacionales (UI)”, indica Medline Plus.
Además, asevera que si un adulto consume más de 25.000 unidades internacionales de vitamina A al día durante tiempo prolongado, puede presentar una intoxicación crónica, aunque ha señalado que tanto los niños como los bebés son más vulnerables a intoxicarse con ese nutriente.
“Pueden enfermarse después de tomar dosis más pequeñas. Tragar un producto que contenga vitamina A como crema para la piel que contenga retinol, también puede causar una intoxicación con esta vitamina”, detalla Medline Plus.
Entre otros síntomas que puede provocar el consumo excesivo de vitamina A, la fuente médica cita molestias como visión borrosa, dolores o hinchazón en los huesos, falta de apetito, mareos, somnolencia, dolor de cabeza, irritabilidad, cambios en el cabello, vómito, náuseas y daño hepático.
En los niños y los bebés, además, se puede notar un “reblandecimiento anormal del hueso del cráneo (en bebés y niños)”.
El tratamiento es relativamente sencillo, pues basta con que las personas identifiquen cuál es la fuente de vitamina A que están consumiendo en exceso y la suspendan.
Mientras tanto, la Secretaría de Salud de México indica que “la ingesta excesiva de vitamina D (aproximadamente 1250 microgramos/día) puede provocar depósitos de calcio en tejidos blandos, daño renal y/o cardiovascular y síntomas como estreñimiento, disminución del apetito, vómitos, fatiga y/o deshidratación”.
Además, sostiene que con las vitaminas hidrosolubles también se pueden presentar problemas clínicos. De hechos, advierte que aunque estos nutrientes no se acumulan en el cuerpo, sí pueden provocarles a los pacientes problemas a los riñones y facilitar la aparición de cálculos renales cuando se consumen en exceso.