No existe una respuesta única sobre la frecuencia con la que se debe ir al baño a defecar; sin embargo, en lo que respecta al color de las heces, la opinión de los expertos es mucho más clara y las desviaciones pueden ser motivo de preocupación.
Mientras que las heces color marrón se consideran el color “normal”, algunos tonos de color marrón verdoso también pueden ser aceptables.
No obstante, estas deposiciones pueden adquirir otras coloraturas a partir de diferentes factores que convergen en el proceso digestivo dentro del organismo.
Por ejemplo, el marrón se debe a la descomposición de la bilirrubina, un pigmento que se forma cuando los glóbulos sanguíneos viejos se descomponen en el hígado, y de la bilis, que suele ser de color marrón oscuro o verde y que el hígado produce para facilitar la digestión de las grasas, según la Oficina para la Ciencia y la Sociedad de la Universidad McGill.
Cuando la bilirrubina y la bilis se segregan en el intestino delgado durante la digestión, las heces adquieren este característico color.
Este proceso fisiológico es también la razón por la que el verde es el segundo color más común de las heces. Según los expertos, las heces verdes pueden significar que los alimentos se desplazaron rápidamente por el tracto gastrointestinal, de modo que la bilis verde de las heces aún está en su forma original y no se ha descompuesto hasta convertirse en marrón.
¿Qué colores pueden tener las heces?
Negro: las heces negras, especialmente si tienen la apariencia de café molido, sugieren sangrado gastrointestinal. Sustancias como suplementos de hierro, regaliz negro, cerveza negra, y medicamentos de bismuto también causan deposiciones de este color.
Blanco: si las heces son blancas, grises o pálidas, una persona puede tener un problema con el hígado o la vesícula biliar, ya que las heces pálidas sugieren una falta de bilis. Algunos medicamentos contra la diarrea causan esta coloración.
Rojo: las heces que son de color rojo pueden ser el resultado de un sangrado gastrointestinal. Pequeñas cantidades de sangre en las heces pueden indicar hemorroides.
Comer remolacha o bayas rojas, o beber jugo de remolacha o tomate, también vuelve rojas las heces. Una vez que estos alimentos han pasado por el tracto digestivo, el excremento debe volverse color marrón de nuevo.
Anaranjado: El consumo de muchos alimentos de este color que son ricos en un pigmento llamado betacaroteno, causa heces anaranjadas. Las zanahorias y la auyama se encuentran entre los muchos alimentos que contienen este pigmento.
Sin embargo, los conductos biliares bloqueados o ciertos medicamentos, incluidos algunos antiácidos y el antibiótico rifampicina, pueden causar defecaciones anaranjadas.
Amarillo: si las heces aparecen amarillas o tienen un aspecto grasiento, sugiere que contienen demasiada grasa. Esto puede ser el resultado de problemas de absorción, o dificultad para producir enzimas o bilis.
La mayoría de las personas experimentan variaciones en el color de las heces en algún momento. Por lo general, esto se debe a la dieta o alguna otra causa menor. Sin embargo, cualquier persona que experimente cambios en el color de las heces, que dure 2 o más semanas o que tenga heces rojas o negras, debe ver a su médico.
Tipos de heces anormales
Las siguientes situaciones pueden sugerir un problema digestivo:
- Hacer popó con demasiada frecuencia (más de tres veces al día).
- No hacer popó con la frecuencia suficiente (menos de tres veces a la semana).
- Esfuerzo excesivo al defecar.
- Deposiciones de color rojo, negro, verde, amarillo, o blanco.
- Heces grasientas.
- Dolor al defecar.
- Sangre en las heces.
- Sangrado mientras se hace del cuerpo.
- Diarrea.
- Heces secas o muy duras que son difíciles de expulsar.
Las personas que experimentan cualquiera de estos tipos de defecación deben buscar ayuda médica de manera urgente.