Para la reconocida presentadora de televisión barranquillera Linda Palma, los hijos representan un factor que en estos tiempos escasea: tiempo. El asunto lo ha conversado largamente con su esposo, Diego Pulecio, vocalista de la banda Don Tetto, y llegaron a la conclusión de que los compromisos profesionales no les permiten asumir semejante responsabilidad.
“Hasta ahora, nunca he querido y lo hemos hablado, no estamos interesados. No tiene nada que ver con mis problemas de salud, es por temas de tiempo, digamos que vivimos solos Diego y yo. Independientemente de si es perrito, gatico o un bebé, es una responsabilidad grande”, asegura la presentadora de Show Caracol.
La actriz y modelo Nataly Umaña, a quien los colombianos han visto en producciones como Las detectivas y el Víctor y Dejémonos de Vargas, también tiene sus motivos para haber decidido no convertirse en madre: “El tema de la maternidad me parece hermoso, pero es una incertidumbre horrible la que vivimos a nivel social y político. Por eso, creo que es un acto de valentía muy grande el arriesgarse a traer una vida a este mundo tal como está”.
María Claudia Torres, también actriz de producciones como La hija del mariachi y Las muñecas de la mafia, dice que no desarrolló lo que llaman el instinto maternal. “Me faltó ese tornillito. Desde que tengo uso de razón, nunca me llamó la atención. Desde niña, ya daba muestras de ello y, a medida que fui creciendo, se me hizo una idea fija en mi cabeza. Y siempre he dicho que es una decisión de la que he estado completamente segura”.
Agrega que, quizás, gracias a esa convicción, “logré que a mi vida se uniera un hombre que ya tenía dos hijos. Porque se me hacía tremendo que, en algún momento, la persona con la que uno decidiera compartir su vida quisiera hijos y uno no puede coartarle ese derecho a alguien. Nunca me he arrepentido de esa decisión, y más con todo lo que se ve ahora, pues uno se pregunta qué le espera a esta generación al cabo de 20 o 30 años”.
En el mismo sentido se pronuncia la presentadora y humorista Alejandra Azcárate, quien considera que un hijo, lejos de los que muchos piensan, no debe convertirse en una especie de seguro que garantice compañía en la vejez: “No es la solución a no quedarse solo si uno llega a viejo, no es dejar una semilla en el mundo, es la decisión más radical de la vida, la responsabilidad más importante que tiene el ser humano”.
Y explica que “así a mucha gente le suene egoísta”, y a riesgo de ser juzgada por su decisión, no quiere sacrificar su libertad por un hijo: “Vivo feliz como soy, no me quiero anclar a nadie, no quiero lazos de ningún tipo, no quiero pasar mi vida dándole ejemplo a un tercero ni angustiada por eso”, asegura la comediante, quien tomó la decisión de no convertirse en madre desde que estaba muy joven.
De eso está convencida también la actriz Amparo Grisales, quien al igual que famosas como Catherine Siachoque privilegiaron sus carreras profesionales en el medio artístico al deseo de ser madres. La llamada Diva de Colombia confiesa que en una época de su vida sentía que la agredían las mujeres, “porque no era políticamente correcto decir que no quería tener un hijo, cuando la locura de todos era verme preñada. La verdad es que si hubiera querido tener un hijo lo habría tenido, aun sin una pareja estable”.
Sin embargo, Grisales señala que “la sobrepoblación del mundo” y “vivir una época caótica en la que los jóvenes se sienten perdidos y arrastrados ante tentaciones como la droga y el alcohol” la
hicieron convencerse de que lo mejor era enfocarse en su carrera como actriz.
Una tendencia que crece Los testimonios de estas famosas no son casos aislados. Revelan una tendencia que en los últimos años ha tomado más fuerza que nunca en el país: cada vez menos colombianos desean convertirse en padres.
En efecto, el Dane publicó hace pocos días las cifras relacionadas con nacimientos y defunciones entre 2022 y 2023 con corte al cierre de enero pasado.
Uno de los datos más reveladores de ese estudio muestra que “durante los últimos diez años existe un comportamiento decreciente en el número de nacimientos en Colombia”.
El análisis de esas cifras permite inferir que el descenso para 2022 es el más marcado, con una reducción del 7,7 por ciento respecto a 2021, lo que la hace una “cifra histórica”, según la entidad.
Así, en 2022 nacieron 569.311 bebés, mientras que en 2021 fueron 616.914 infantes.
Y en ese punto llega otro hallazgo revelador: hay menos padres jóvenes en Colombia. Es decir, las madres de 30 a 34 años, después de aquellas con edades entre los 20 a 24 y los 25 a 29 años, son las que reportan participaciones más altas en el total de nacimientos en el país, con un 18,4 por ciento, que corresponde a 26.138 nacidos vivos.
Otro dato llamativo es que hasta los nacimientos de madres inmigrantes de Venezuela también disminuyeron respecto al último año. La cifra pasó de 10,9 por ciento en 2021 a 8,2 por ciento en 2022.
Para la psicóloga de familia Nidia Ramos, el fenómeno reviste varias explicaciones. “Hay unas de carácter práctico: la vida está cada vez más costosa y un hijo implica una serie de gastos que se llevan un gran porcentaje del ingreso total de los hogares”, dice.
Hay otras explicaciones de corte emocional: “Muchos jóvenes sienten que en un país como Colombia no hay mucho futuro. Porque ni siquiera estudiar una carrera profesional, que implica un esfuerzo económico millonario, garantiza un buen empleo o un buen futuro. Entonces, muchos han entendido que les va mejor sin hijos”.