Muchas personas suelen creer que deben tomar 8 vasos de agua al día. Esto, por creencia popular antigua. Sin embargo, los doctores mencionan que no hay una regla general para todos los individuos.

“Si hay un mito sobre la salud que se niega a desaparecer, es este: hay que beber ocho vasos de agua al día. Es sencillamente falso. No hay ninguna evidencia científica que lo respalde” detalló en El País Aaron E. Carroll, catedrático de pediatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Indiana.

Por su parte, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, señala que para algunas personas menos de ocho vasos puede ser suficiente, pero para otras no. Por eso, brinda algunas recomendaciones que se deben tener en cuenta para conocer la cantidad de líquidos o agua que se deben ingerir al día:

  • Actividad física: si se realiza actividad física o cualquier tipo de ejercicio que haga sudar se debe beber agua adicional para evitar la deshidratación y cubrir la pérdida de líquidos. Es recomendable hacerlo antes, durante y después.
  • Entorno: el lugar de residencia o donde se encuentre la persona es otro factor que se debe tener en cuenta. “El clima cálido o húmedo puede hacerte sudar y exige que bebas más líquido. La deshidratación también puede ocurrir a grandes altitudes”, explica Mayo Clinic.
  • Mujeres en embarazo y lactancia: es posible que al tener esta condición se requiera de más líquidos. Es importante consultar con un doctor.
  • Salud general: en caso de tener vómito o diarrea se debe tomar agua para cubrir la pérdida de líquidos. “Otras afecciones que pueden requerir una mayor ingesta de líquidos son las infecciones de la vejiga y los cálculos de las vías urinarias”, apunta Mayo Clinic.

Deshidratación

La deshidratación ocurre por la pérdida de demasiado líquido en el cuerpo. De acuerdo con Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, puede ser causada por:

  • Diarrea
  • Vómitos
  • Orinar demasiado (por ciertos medicamentos y enfermedades)
  • Fiebre
  • No beber suficientes líquidos

Esta afección puede ser leve o grave, dependiendo de la cantidad de líquido corporal que se haya perdido o que no se haya repuesto. En el primer caso, puede deberse a fiebre, sudoración excesiva, vómitos o diarrea. En el segundo, no se reponen los líquidos porque no se tiene sed, se presentan náuseas, dolor de garganta o úlceras bucal.

Los adultos mayores y las personas que tengan enfermedades como la diabetes tienen un mayor riesgo de tener deshidratación. En caso de presentar deshidratación grave es importante acudir a urgencias inmediatamente para recibir la atención adecuada.

Deshidratación leve o moderada

  • Sed.
  • Boca seca o pegajosa.
  • No orinar mucho.
  • Orina amarilla oscura.
  • Piel seca y fría.
  • Dolor de cabeza.
  • Calambres musculares.

Deshidratación grave

  • No orinar u orina amarilla muy oscura o de color ámbar.
  • Piel seca y arrugada.
  • Irritabilidad o confusión.
  • Mareos o aturdimiento.
  • Latidos cardíacos rápidos.
  • Respiración rápida.
  • Apatía.
  • Shock (flujo sanguíneo insuficiente a través del cuerpo).
  • Inconsciencia o delirio.

Importancia del agua para el corazón

El agua es importante para la salud cardiovascular del ser humano. Así lo explica la Fundación Española del Corazón: “Si bebemos menos agua de la que nuestro organismo necesita pueden comenzar a fallar algunas funciones del organismo y que se vea comprometida nuestra salud cardiovascular. Ocurre por ejemplo cuando la deshidratación lleva a una mala función renal y esta provoca la aparición de arritmias”.

Mantenerse hidratado disminuye el riesgo de desarrollar problemas del corazón. Sobre esa misma línea, Sanitas señala los diferentes beneficios que tiene este líquido para el organismo:

  • Alivia la fatiga.
  • Evita el dolor de cabeza y las migrañas.
  • Regula la temperatura del cuerpo.
  • Reduce el riesgo de cáncer.
  • Mejora el sistema inmunológico.
  • Resuelve el mal aliento.
  • Ayuda a perder peso.