La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad neurológica que afecta al sistema nervioso central, el cual está conformado por el cerebro y la médula espinal.
La Asociación Esclerosis Múltiple de España explica que, por lo general, el sistema inmunitario es el encargado de proteger al organismo, “pero en la EM (el sistema) ataca a la mielina de las células nerviosas (neuronas) por error. Los nervios se extienden a lo largo de todo el cuerpo, así que la Esclerosis Múltiple puede manifestarse en muchas partes del organismo y hacerlo de maneras muy diferentes”, indica.
De acuerdo con la Asociación, la sintomatología de la enfermedad no se manifiesta de la misma forma en todos los pacientes, razón por la cual suele ser llamada como la “enfermedad de las mil caras”. En el mundo, cerca de 2,5 millones de personas tienen esclerosis múltiple, 770.000 de ellas residen en Europa.
“La mayoría de los casos se diagnostican en personas que tienen entre 20 y 40 años de edad –precisamente cuando están diseñando su plan de vida– pero también puede aparecer en niños, adolescentes y ancianos”, anota.
Se trata de una enfermedad que es autoinmune y que, debido a la variedad de síntomas que puede desarrollar, su diagnóstico se dificulta. Hasta la fecha, no se conoce la cura contra la esclerosis múltiple, sin embargo, sí existen diversos tratamientos –tanto médicos como alternativos– que ayudan a darle manejo a su sintomatología.
Entre la variedad de tratamientos que existen para esta enfermedad neurológica, se habla a menudo de las bondades que tendría el cannabis para aliviar los síntomas. Al respecto, el doctor Dean M. Wingerchuk, neurólogo y epidemiólogo clínico con experiencia especializada en neuroinmunología y director de la División de Esclerosis Múltiple y Neurología Autoinmune de Mayo Clinic, explica que “más de la mitad de las personas que padecen la enfermedad dicen que considerarían probarlo si fuera legal y si estuviera mejor respaldado científicamente”.
Destaca que el cannabis es “una sustancia con control federal en los Estados Unidos. Los programas sobre el uso medicinal de la marihuana y el cannabis son legales en más de la mitad del país”. Del mismo modo, indica que la Administración de Alimentos y Medicamentos ha aprobado dos formas sintéticas de marihuana para uso médico, las cuales se ingieren por vía oral: dronabinol (Marinol) y nabilona (Cesamet).
“Ambos fármacos están aprobados para tratar las náuseas y los vómitos relacionados con la quimioterapia que no se alivian con el tratamiento estándar. El dronabinol también está aprobado para tratar la pérdida del apetito con adelgazamiento en las personas que padecen SIDA. En este momento, los fármacos no están aprobados para otros usos”, señala el director de la División de Esclerosis Múltiple y Neurología Autoinmune de Mayo Clinic.
Agrega que hasta la fecha no hay estudios que comprueben “la seguridad y los beneficios” de fumar marihuana para el tratamiento de esta enfermedad autoinmune y que, en Estados Unidos, tampoco ha entrado en vigor el aerosol oral con extractos de cannabis.
En palabras del galeno, los estudios sobre la relación entre el consumo de cannabis y los síntomas de esclerosis múltiple indican que:
- El extracto de cannabis que se administra en forma de cápsula puede ayudar a aliviar la rigidez muscular (espasticidad) y los espasmos.
- El extracto puede reducir el dolor.
- Un aerosol oral puede reducir la espasticidad, el dolor y la necesidad imperiosa de orinar.
Pese a los resultados en mención, el doctor Wingerchuk advierte que el uso del cannabis para el manejo de la sintomatología de esta enfermedad “es complicado”. Explica que la complejidad de su uso radica en los efectos secundarios que pueden tener los medicamentos a base de cannabis, que en algunas ocasiones pueden llegar a ser graves, tales como: Dificultad con la atención o la concentración, mareos o sensación de desmayo, sequedad de la boca, alucinaciones, pérdida del equilibrio y caídas, depresión o psicosis.
Concluye explicando que “la función del cannabis para los síntomas de la esclerosis múltiple no está del todo clara”. Por lo anterior, precisa que si bien hay diversos estudios que se han adelantado en la materia, aún falta camino por recorrer, pues, a su juicio, “las investigaciones futuras ayudarán a obtener más información sobre los beneficios y los riesgos del cannabis, y a comparar sus efectos con los de otros tratamientos que se utilizan para tratar la espasticidad, el dolor y otros síntomas de la esclerosis múltiple”.