El dolor cervical, también llamado cervicalgia, es un síntoma que puede originarse en cualquier parte del cuello, incluyendo los nervios y discos intervertebrales, según afirma un informe obtenido de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Suele venir acompañado con rigidez en los músculos, además de mareos, dolores de cabeza y dificultades para ejecutar algunos movimientos.

El magazín El Mundo Deportivo, en su sección de salud y bienestar, señala que este puede ser causado por las malas posturas, pero también está asociado con el estrés, algunas lesiones y el exceso de actividad física. Sea cual sea la causa, se traduce en un padecimiento que afecta a una gran parte de la población y genera muchas molestias.

El dolor puede ser leve y durar poco, y en algunos casos, es tan severo que incapacita a la persona hasta el punto de interrumpir sus tareas cotidianas, según el portal Mejor con Salud.

El dolor cervical suele venir acompañado con rigidez en los músculos, además de mareos y dolores de cabeza. | Foto: Getty Images

Sin embargo, es una condición de fácil tratamiento que, con algunos remedios caseros, se puede mejorar en poco tiempo.

Trucos para aliviar el dolor

  • Pedir a alguien que le de un suave masaje en las zonas adoloridas.
  • Tratar de dormir sobre un colchón firme con una almohada que le dé soporte al cuello.
  • Usar analgésicos de venta libre como ácido acetilsalicílico (aspirin), ibuprofeno (Motrin), naproxeno (Aleve) o acetaminofén (Tylenol).
  • Aplicar calor o frío sobre la zona con dolor. Usar hielo durante las primeras 48 a 72 horas, después usar calor.
  • Aplicar calor tomando baños calientes, usando compresas calientes o almohadillas térmicas.
  • Para evitar lastimarse la piel, se debe evitar quedarse dormido con una compresa caliente o una bolsa de hielo sobre el lugar del dolor.

Remedios caseros

Infusión de hierba de San Juan

Es una planta con compuestos que calman dolores comunes como el que afecta al cuello. Un estudio de la Universidad de Cantabria avala su poder antimicrobiano y antiinflamatorio, aunque recomienda cautela con su uso.

Ingredientes

  • 1 cucharadita de hierba de San Juan (5 g)
  • 1 taza de agua (250 ml)

Preparación

  • Hervir una taza de agua y, cuando esté bien caliente, agregar la hierba de San Juan.
  • Dejar que repose 10 minutos y colar.
  • Consumir la infusión hasta dos veces al día, como complemento para reducir la tensión.

Compresas con infusión de ortiga

Las compresas calientes con infusión de ortiga son una terapia relajante que disminuye la severidad de los dolores cervicales.

Según un estudio de la Universidad Isfahan (Irán), esta planta concentra sustancias antiinflamatorias que, tras ser asimiladas, calman la rigidez de los músculos comprometidos.

Ingredientes

  • 2 cucharadas de hojas secas de ortiga (20 g).
  • 1 taza de agua (250 ml).

Preparación

  • Poner a calentar una taza de agua y, una vez comience a hervir, agregar la ortiga.
  • Apagar el fuego y dejar que repose durante 10 minutos.
  • Luego, pasarla a través de un colador y usar el líquido caliente.
  • Sumergir un paño o toalla en la infusión y aplicarla como compresa sobre la zona dolorida.
  • Dejar que actúe durante 10 o 15 minutos y repetir su uso 2 veces al día.

Aceite de oliva y sal del Himalaya

La mezcla de aceite de oliva con sal del Himalaya es un antiguo remedio que facilita el alivio del dolor, sobre todo cuando aparece por malas posturas o estrés, según afirma un estudio realizado por la Federal University of Health Sciences of Porto Alegre (Brasil).

Ingredientes

  • ½ taza de aceite de oliva prensado (100 g).
  • ¼ de taza de sales del Himalaya (37,5 g).

Preparación

  • Combinar los ingredientes en un recipiente hasta conseguir una pasta oleosa y granulada.
  • Frotar el tratamiento sobre la zona cervical adolorida y realizar un suave masaje durante 3 minutos.
  • Luego, dejar que repose 20 minutos más y enjuagar con agua tibia.
  • Repetir su uso hasta calmar por completo el dolor.

Masajes con aceites

Estos producen una agradable sensación de calor en el músculo que, al estimular la circulación, facilita el alivio de la inflamación.

Ingredientes

  • 2 cucharadas de aceite de almendras dulces (30 g)
  • 1 cucharada de aceite esencial de lavanda (15 g)

Preparación

  • Combinar los aceites en un recipiente hasta obtener una mezcla homogénea.
  • Frotar la preparación sobre el cuello y realizar suaves movimientos circulares durante 5 o 10 minutos.
  • Tener cuidado al ejecutar el masaje, ya que un mal movimiento puede empeorar la condición.
  • Repetir su aplicación 2 veces al día si se considera necesario.