La búsqueda de propiedades medicinales en productos naturales ha permitido una amplia gama de alimentos que benefician la salud y ayudan a mantener el cuerpo lejos de enfermedades posteriores.

Es el caso de la cúrcuma, que es originaria del sudeste asiático y se ha convertido en un elemento importante para el cuidado de la salud, debido a sus propiedades, por lo que los especialistas recomiendan su consumo.

Es un producto que se puede consumir de diferentes maneras. Una de las más recomendadas es como té, teniendo en cuenta que su ingrediente activo es la curcumina que le da su característico color amarillo con grandes propiedades antiinflamatorias e inmunitarias.

De acuerdo con el portal Medical News Today no hay un consumo diario específico recomendado de cúrcuma, aunque, de acuerdo con los estudios disponibles, depende en gran medida de la afección que la persona desea tratar.

“La mayoría de las investigaciones en adultos apoyan el uso seguro de 400 a 600 miligramos (mg) de polvo puro de cúrcuma 3 veces al día. En general, las investigaciones han demostrado que las dosis de curcumina de 4,000 a 8,000 mg al día o incluso de 12,000 mg al día son seguras”, de acuerdo con la publicación.

Entre los beneficios se encuentran la prevención de infartos, reducir el dolor menstrual y eliminar los dolores articulares, como el caso de la artritis.

Entre los beneficios se encuentran la prevención de infartos, reducir el dolor menstrual y eliminar los dolores articulares como el caso de la artritis. | Foto: Getty Images

En este último caso, actúa como antiinflamatorio. Un estudio adelantado en 2017, en el que se analizó a 206 adultos en Estados Unidos con artritis reumatoide auto-reportada, el 63 % usó suplementos no vitamínicos para controlar sus síntomas, siendo la cúrcuma el producto más popular. Debido a este efecto, también es importante para reducir el dolor menstrual.

Frente a complicaciones cardiovasculares, este producto por sus propiedades antioxidante y antiinflamatorio, contribuye al buen estado de la salud del corazón.

“La investigación ha demostrado que la curcumina puede ayudar a adelgazar la sangre, reducir el colesterol y prevenir el estrechamiento de las arterias”, según el reporte.

En este sentido, la cúrcuma ofrece una capa protectora contra diferentes problemas cardiovasculares, así como contribuye a reducir los efectos secundarios de diferentes tipos de daño cardíaco.

Un estudio adelantado en 2017 en el que analizó a 206 adultos en Estados Unidos con artritis reumatoide auto-reportada, el 63 % usó suplementos no vitamínicos para controlar sus síntomas, siendo la cúrcuma el producto más popular. | Foto: El País

Otros beneficios

El consumo de té de cúrcuma ayuda además a regular la función de las células inmunes contra el cáncer, por sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, antivirales y antibacterianas, que permite que este producto actúa como un modulador inmune.

En este caso, se reduce el riesgo de que las células del cuerpo se dañen, disminuyendo la posibilidad de mutaciones celulares y cáncer.

“Además, varios estudios han determinado que la curcumina tiene propiedades antitumorales, limitando el crecimiento de tumores y la propagación de células cancerosas”, destacó el portal especializado en salud.

Incluso, los investigadores están analizando el uso de la curcumina como tratamiento del cáncer junto con la quimioterapia y la radioterapia.

El consumo de té de cúrcuma ayuda además a regular la función de las células inmunes contra el cáncer por sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, antivirales y antibacterianas, que permite que este producto actúa como un modulador inmune. | Foto: Getty Images

Igualmente, se ha determinado que ayuda a controlar el síndrome del intestino irritable, ya que por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias pueden ayudar a modular las bacterias intestinales, aunque se advirtió que se deben seguir con las investigaciones para esta enfermedad y otras afecciones inflamatorias intestinales, como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa.

Frente a la enfermedad de Alzheimer, estudios han permitido determinar que la curcumina puede ayudar a reducir el riesgo de varias afecciones neurodegenerativas, ya que reduce el daño celular, la inflamación y los depósitos amiloides, o placas, que aparecen con estas afecciones.

“La curcumina también puede ser capaz de ralentizar o prevenir algunos de los cambios proteicos asociados con la edad que los científicos relacionan con la neurodegeneración”, señaló.

Otros de los beneficios es la protección contra el daño hepático, los cálculos biliares y el control de las afecciones hepáticas, prevenir y controlar la diabetes, así como en el tratamiento y control de las afecciones pulmonares. Finalmente, es propicio para bajar peso, ya que reduce la leptina, que es una hormona que regula el apetito y el almacenamiento de grasa en el cuerpo.

Frente a la enfermedad de Alzheimer, estudios han permitido determinar que la curcumina puede ayudar a reducir el riesgo de varias afecciones neurodegenerativas, ya que reduce el daño celular, la inflamación y los depósitos amiloides, o placas, que aparecen con estas afecciones. | Foto: Getty Images

La persona puede preparar el té de cúrcuma usando polvo puro de cúrcuma o cúrcuma rallada, molida o deshidratada.

Las preparaciones de cúrcuma fermentada, que se venden comúnmente como productos de té, afirman tener mayores concentraciones de curcumina biológicamente disponible o absorbible.

Cómo preparar el té de cúrcuma

Para preparar una tasa de esta infusión se deben tener a la mano: Una taza de agua o leche, una cucharadita de cúrcuma, una cucharadita de canela, una cucharada de miel y media cucharadita de pimienta negra

Se debe hervir el agua o la leche, añadir los demás ingredientes al líquido hirviendo y mantenerlo durante 10 a 15 minutos.

Tras completar esos pasos, regularmente se debe colar en un recipiente y dejar que se enfríe antes de beberlo.

Otras de las combinaciones son: aceite de coco, ghee, que es mantequilla clarificada, pimienta negra, limón o lima, jengibre, cardamomo, nuez moscada, canela, albahaca, anís, vainilla y miel de maple.