Cuando los niveles de colesterol comienzan a salirse de control, los especialistas comienzan a hacer ciertas recomendaciones con respecto a la dieta que se debe empezar a llevar para lograr normalizarlos, la cual incluye una alimentación mucho más sana que incluye la eliminación de las llamadas grasas saturadas.
Pero además de esto, el ejercicio físico comienza a ser un factor importante, por lo que se hace necesario comenzar a pensar en una rutina de ejercicios que complementen esa dieta saludable.
No se trata de hacer grandes esfuerzos, sino de empezar a practicar una rutina que se adapte a las necesidades propias de cada persona y demuestren muy buenos resultados.
El ejercicio, el mejor aliado para disminuir el colesterol
El Dr. Víctor Josep Girbés Ruiz (coordinador de cardiología Vithas Alzira y miembro de la Sociedad Española de Cardiología y Sociedad Valenciana de Cardiología y del Instituto Valenciano del Corazón) explica que “el cuerpo es capaz de quemar estas grasas para producir energía.
Así, al realizar actividad física intensa, estas grasas se degradan para proporcionar energía a los músculos, por ello la actividad física reduce los niveles de colesterol, sobre todo si se produce de forma intensa y regular”.
De acuerdo a lo expuesto por el profesional de la salud hay que destacar que el mejor factor para disminuir el colesterol malo es la regularidad del ejercicio físico. Esto trae muchas ventajas al organismo, ya que se disminuye el riesgo de sufrir complicaciones cardiovasculares.
Aunque los ejercicios aeróbicos son fundamentales, el Dr. Víctor Josep Girbés Ruiz recuerda que la mejor opción es combinar los ejercicios de ‘cardio’ con ejercicios de fuerza como sentadillas, subir y bajar escaleras o levantamiento de peso según nuestra condición física.
Ventajas del ejercicio físico sobre los factores de riesgo cardiovascular
De acuerdo al portal colesterolfamiliar.org, cuando se comienza a practicar ejercicio se obtienen grandes ventajas para al salud:
- Obesidad: el ejercicio aumenta la masa muscular, que es un tejido que consume muchas calorías para funcionar, lo que evita que el exceso calórico se almacene en forma de grasa.
- Niveles de colesterol: disminuye el colesterol total y triglicéridos, aumentando la proporción de HDL (colesterol “bueno”). Por otra parte, hay que tener en cuenta que cuando se requiere la toma de medicamentos para controlar el colesterol, estos actúan con mayor eficacia en las personas que tienen el peso adecuado o un sobrepeso leve.
- Tensión arterial el ejercicio favorece la dilatación de los vasos periféricos, lo que ayuda a disminuir la tensión arterial.
- Corazón: a través del ejercicio físico el corazón trabajará menos para conseguir el mismo rendimiento, y por tanto, va a durar más tiempo en perfecto estado.
- Pulmones: el ejercicio aumenta la capacidad pulmonar para el esfuerzo.
- Articulaciones: aumenta la flexibilidad y favorece la retención de calcio sobre los huesos, evitando la osteoporosis.