La horchata es una bebida natural caracterizada por ser refrescante. Su valor energético es importante, debido a que tiene una cantidad considerable de carbohidratos en su composición. La mejor herramienta para garantizar una correcta hidratación es el agua mineral natural. No obstante, una alternativa es la horchata, dado que es igual de refrescante y no es dañina como los refrescos azucarados.
Esta bebida dulce se originó en España y se hace con chufa remojada, molida y endulzada. Con el paso del tiempo, también se ha convertido en una bebida popular en América Latina, pero con una variante: el arroz. Es tradicional en México y Centroamérica, donde también la preparan con Jamaica, tamarino y otras frutas típicas. En el caso de Venezuela, existe una bebida similar, denominada chica criolla.
Gracias a su riqueza en aminoácidos y almidón, la horchata, cuenta con excelentes propiedades digestivas. Además, no contiene cafeína, lactosa, fructosa, ni gluten, siendo apta para personas celíacas, intolerantes o alérgicas. De igual forma, por su bajo contenido en sodio es apta en casos de hipertensión y como no contiene cafeína, también es apta para el consumo de niños y mujeres en estado de embarazo.
Se prepara mezclando harina de arroz, canela, leche en polvo, vainilla y, en algunos casos, almendras, coco y semillas de morro. La receta cambia dependiendo de la región y el gusto personal, en especial porque hay personas que le agregan leche condensada y evaporada.
Beneficios:
Antidiarreica
El almidón es astringente con poder antidiarreico en diarreas por infección viral o estivales. Puede usarse como prebiótico, sustancia que favorece el crecimiento de bacterias intestinales beneficiosas.
Eupéptica
La horchata contiene enzimas (lipasa, amilasa) que contribuyen a la digestión gástrica de los alimentos, de las grasas e hidratos de carbono y evita las flatulencias o exceso de gases, además de ser una bebida vegetal que ayuda en el síndrome de intestino irritable.
Diurética
Esta bebida tiene alto contenido en agua y baja en sodio, es apta para personas con ácido úrico o hipertensión. También puede ser consumida por pacientes con síndrome nefrótico y enfermos con hepatopatía crónica, insuficiencia renal leve o moderada.
Mineralizante
La horchata es rica en minerales, destacan el calcio, hierro (aporte superior a la leche de vaca), magnesio, potasio, fósforo y zinc. Además, el aporte mineral de la chufa, el pequeño tubérculo a partir del que se elabora la horchata, es similar al de los frutos secos.
Energética
Sus hidratos de carbono están derivados de azúcares complejos (almidón, sacarosa), y no contiene lactosa ni fructosa, lo que es ideal para intolerantes a estas sustancias. Su poder energético (100 kcal/100 g) y nutritivo es ideal para niños, deportistas y personas ancianas y con malnutrición.
Rica en proteínas
Las proteínas de la horchata se descomponen en aminoácidos en el organismo para su asimilación. Contiene 5 de los 10 aminoácidos esenciales: arginina, metionina, leucina, isoleucina y lisina. La arginina es un aminoácido precursor del óxido nítrico, cuyo aumento tiene efecto vasodilatador que contribuye a la dilatación de las paredes de los vasos sanguíneos mejorando el riego sanguíneo general.
Propiedades cardiovasculares
Gracias a su contenido en grasas monoinsaturadas, en concreto de ácido oleico, similar al aceite de oliva y frutos secos, tiene propiedades cardiovasculares que ayudan a disminuir los triglicéridos, el colesterol malo, y aumenta el colesterol bueno. También previene la hipercolesterolemia, hipertrigliceridemia y arteriosclerosis.
Apta para diabéticos
Finalmente, la horchata no contiene fructosa ni lactosa, por lo que puede ser consumida por personas con diabetes o sobrepeso.
A la horchata elaborada con agua y chufa se le puede añadir calcio, lo que la convierte en una bebida perfecta para dietas vegetarianas o para personas celíacas. Así, la horchata puede ser un sustituto a la leche de vaca, ya que comparada con esta no tiene lactosa, tiene menos sodio y potasio, y contiene fibra soluble.