Los padres de Scott Routley, un hombre de 39 años que hace más de una década quedó en estado vegetativo a causa de un accidente automovilístico, siempre tuvieron el presentimiento de que su hijo no se había ido y que los escuchaba, pues a veces movía sus pulgares o sus ojos cuando le hablaban. A pesar de que los médicos les dijeron que no era posible, su intuición no les falló. Routley logró comunicarse por medio de procesos cognitivos sencillos y demostró que alguien en esa condición clínica puede reaccionar a estímulos e interactuar con los demás. Desde hace aproximadamente dos años, el neurocientífico británico Adrian Owen ha liderado a un equipo de médicos de la Universidad del Oeste de Ontario, en Canadá, quienes por medio de resonancias magnéticas monitorean la actividad cerebral de pacientes en este estado en el cual no se muestran signos de conciencia. "Pueden respirar por su propia cuenta y hay momentos del día en los que tienen los ojos cerrados y parece que estuvieran durmiendo, y otros en los que los tienen abiertos y parecen tener cierto grado de alerta", dijo a Semana.com Owen. En el caso de Routley, Owen usó dos pensamientos que activan distintas regiones del cerebro para observar en el escáner (ver video) si escuchaba sus órdenes. Por eso, le pidió que se imaginara que estaba caminando por las habitaciones de su casa si su respuesta era positiva o que estaba jugando tenis si era negativa. "Sabemos que estas dos tareas producen dos patrones de activación cerebral específicos que podemos reconocer fácilmente. Scott fue capaz de realizarlas de manera clara", señaló Owen a este portal. Esta fue la primera vez que Owen y su equipo utilizaron esta técnica para preguntarle al paciente cuestiones importantes sobre su cuidado diario y para mejorar su calidad de vida. Lo más sorprendente fue que cuando le preguntaron si sentía dolor, Routley respondió que no. A pesar de lo anterior, Routley sigue siendo considerado un paciente en estado vegetativo. Sin embargo, varios expertos señalan que el descubrimiento es revolucionario y los libros de medicina que tratan los desórdenes de la conciencia deberán reescribirse, ya que los médicos tendrán una gama más amplia de diagnósticos a su disposición en el futuro. "Este trabajo demuestra que los métodos mejorados para diagnosticar un coma y los niveles alterados de la conciencia son posibles y servirán para tratamientos futuros", dijo a Semana.com Donald F. Weaver, neurocientífico de la Universidad de Dalhousie, Canadá. Owen afirma que este caso servirá de ejemplo para ayudar a otros pacientes en este estado, pues quedó demostrado que con la imaginación se puede establecer una comunicación fiable con el paciente. Además, el experto señala que lo más importante de esta línea de investigación es que ha puesto de manifiesto que hay un 20 por ciento de pacientes en estado vegetativo que sí son conscientes y que por ahora "la única manera de identificarlos y asegurar que reciben el cuidado que necesitan es por medio de técnicas de neuroimagen como la resonancia magnética funcional o la electroencefalografía (EEG)", dijo a Semana.com.  La investigación de Owen forma parte del programa Panorama de la BBC, que siguió a varios pacientes en estado de conciencia mínima en Gran Bretaña y Canadá durante más de un año. El caso de Routley fue emitido el martes pasado en la cadena británica.