Hasta ahora se pensaba que la anorexia era un problema psicológico causado principalmente por la presión social. Sin embargo, un estudio del Instituto de Investigación Scripps en La Jolla, California, reveló que este trastorno puede tener origen genético. Los autores del trabajo analizaron el ADN de más de 3.000 personas, de los cuales un tercio eran pacientes con anorexia, y descubrieron que compartían más de 150 genes. Al parecer, estas mutaciones afectan el metabolismo del colesterol, lo cual altera el estado de ánimo y la dieta. Esto es lógico si se tiene en cuenta que las personas con anorexia, en su mayoría mujeres, presentan a menudo niveles muy altos de colesterol en la sangre, lo cual las hace sentir bien sin comer a pesar de estar gravemente desnutridas. El hallazgo, publicado en la revista Molecular Psychiatry, podría conducir al desarrollo de medicamentos para tratar la enfermedad.