El consumo de café se le ha relacionado con diferentes beneficios para la salud, como, por ejemplo, mejorar el rendimiento cognitivo y rendimiento físico, así como reducir el riesgo de enfermedades del hígado.
La cafeína, de manera general, tiene numerosos efectos sobre el metabolismo del ser humano. Según anota la Biblioteca de Medicina de Estados Unidos, estos son los más importantes:
- Estimula el sistema nervioso central, lo que puede hacer que la persona se sienta más despierta y obtenga un impulso de energía.
- Funciona como diurético, lo que significa que ayuda al cuerpo a deshacerse de agua y sal extra al orinar más.
- Aumenta la liberación de ácido en el estómago, lo que a veces conduce a malestar estomacal o acidez.
- Puede interferir con la absorción de calcio en el cuerpo.
- Aumenta la presión arterial.
No obstante, el portal Diario Libre indica que el consumo excesivo de café puede llegar a tener efectos negativos en el organismo, como trastornos del sueño, palpitaciones y ansiedad.
El portal Cuídate Plus recoge que la moderación también es un llamado válido para individuos sanos, aunque en el caso de personas mayores, con sobrepeso, síndrome metabólico u otras afecciones como diabetes, hipertensión, triglicéridos y colesterol elevados.
Según la Asociación Americana de Dietética, el consumo diario de cafeína para adultos sanos es de 400 mg al día, es decir que equivale a 4 tazas de café de 8 onzas.
Sin embargo, es importante mencionar que existen personas sensibles a la cafeína, razón por la cual se debe consumir menos. Además, si tiene reacciones adversas, la mejor opción será consultar con un profesional de la salud.
El portal Diario Libre especifica que el café no es la única fuente de cafeína, debido a que se encuentran en otros alimentos y bebidas, como el té, el chocolate y bebidas energéticas.
Tres alimentos que se deben evitar si se sufre de ansiedad
De acuerdo con la Clínica Mayo, un trastorno de ansiedad es el miedo excesivo y las preocupaciones constantes que experimenta una persona, que necesita estar bajo la supervisión de un profesional de la salud. Sin embargo, cualquiera puede sentir ansiedad “de modo ocasional es una parte normal de la vida”, señala.
Cabe recordar que “un trastorno mental se caracteriza por una alteración clínicamente significativa de la cognición, la regulación de las emociones o el comportamiento de un individuo”, explica la Organización Mundial para la Salud (OMS).
Cualquier persona puede padecer de ansiedad, incluso los menores de edad experimentan nerviosismo, sudoración excesiva, debilidad, cansancio, insomnio, entre otros signos más graves como episodios de pánico y peligro.
Algunos tipos de trastorno de ansiedad, según la Clínica, son:
- Trastorno de ansiedad por una enfermedad: de acuerdo con la entidad, este trastorno tiene síntomas de pánico causados por un problema de salud.
- El mutismo selectivo: es la dificultad o incapacidad que tienen los niños para hablar en ciertas situaciones o lugares que puede dificultar su interacción con la sociedad.
- Fobias: este tipo de ansiedad es notorio porque la persona, al verse expuesta con el objeto, situación o animal que le produce ansiedad, busca la manera de poder evitarlo.
Y aunque existen hábitos que ayudan a controlar o manejar la ansiedad, también hay otros que la incrementan, así lo asegura un artículo escrito por la nutricionista Anna Vilarrasa, publicado por Mejor con Salud, que dice que las comidas azucaradas, la carne procesa, y los fritos son alimentos que no colaboran en el bienestar mental y físico de una persona, porque tienen efectos inflamatorios.
Café
El café es una bebida predilecta a nivel mundial; sin embargo, la sustancia que la compone (cafeína), actúa sobre el sistema, nervioso, que de acuerdo con la Clínica Mayo puede provocar irritabilidad, nerviosismo e incluso taquicardia. Por lo anterior, aconseja consumir máximo cuatro tazas de café, ya que en un consumo exagerado puede ser perjudicial para la salud.
Alcohol
Las bebidas alcohólicas son perjudiciales para la salud física y mental del cuerpo. Además, es uno de los factores de riesgo que se asocian con la mayoría de enfermedades, por lo que la institución de salud sugiere más que evitar, eliminar su consumo.
Alimentos grasos
Este tipo de comida no se refiere a las que están compuestas de grasas poliinsaturadas y monoinsaturadas, sino aquellas que son dañinas para el cuerpo (saturadas). Sugiere evitarlas porque son determinantes para el incremento de colesterol LDL, provocando en muchos casos enfermedades cardiacas.