En palabras de la Real Academia Española (RAE) el queso es un “producto obtenido por maduración de la cuajada de la leche con características propias para cada uno de los tipos según su origen o método de fabricación”.

Lo que quiere decir que en el mercado hay una amplia variedad de quesos donde se dividen, según la cantidad de grasa que contienen, su origen, la textura, la corteza, y por supuesto, su maduración, menciona Mundo Deportivo.

Quesos grasos

El sitio web señala que la grasa del queso se cuenta sin el peso de su suero, donde se destacan el queso extra graso que puede superar el 60 % de grasa; teniendo el semigraso un rango del 25 % y el 40 % de este ácido. Cuando se habla del queso desnatado alcanza el 10 % siendo en algunos casos menor, como el requesón.

Quesos y su textura

Es así como se puede percibir distintos tipos de queso, siendo algunos duros, semiduros, blandos, semiblandos, destacándose el parmesano y el cottage, respectivamente.

Entre los quesos existe mucha variedad, como los elaborados con leche de vaca, los frescos o maduros de cabra o de oveja. | Foto: Getty

Queso según su precedencia

Generalmente, el queso que más se destaca es el de vaca; sin embargo, se deben también considerar otros como el de oveja, que tiene un alto aporte en proteínas, o el de cabra, que también cuenta con ácidos grasos.

A partir de ahí, es importante saber escoger el queso que se va a incluir en una dieta balanceada porque su consumo podría ser contraproducente si no se hace de manera adecuada.

Hay quesos más grasos que otros. | Foto: Buena Vista Images

¿Cuánta cantidad de queso se puede consumir al día?

Resulta que un alto consumo de queso al día o a la semana puede elevar la presión arterial porque generalmente este tipo de productos lácteos están compuestos de sal, y es este componente el factor de riesgo para que la sangre eleve su fuerza sobre las arterias.

Cabe recordar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) explica que la hipertensión “se diagnostica y trata a menos de la mitad de los adultos que la presentan (solo al 42%)”.

Asimismo, algunas personas son intolerantes a la lactosa, lo que quiere decir que el cuerpo no puede digerir este tipo de azúcar (lactosa) porque necesita una enzima específica para hacerlo y el intestino delgado no la produce suficientemente, según la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (MedlinePlus).

El queso está compuesto de sal. | Foto: Getty Images

De hecho, el consumo excesivo de queso puede elevar los síntomas de colesterol LDL, incidiendo en posibles problemas cardíacos como un ataque al corazón.

Incluso hay quienes pueden ser alérgicos a las proteínas que componen el queso, por lo que antes de una ingesta ligera, es importante consultar con un profesional de la salud, y consultar el valor nutricional del producto que previamente se desea consumir.

La investigación “La elección de alimentos ricos en proteínas y carbohidratos puede tener grandes efectos en el aumento de peso a largo plazo”, liderado por la Universidad de Tufts, menciona que aunque se consuman alimentos bajos en grasa, su alta ingesta incide en el aumento de peso porque se observan como carbohidratos.

“De hecho, cuando las personas consumían más productos lácteos bajos en grasa, en realidad aumentaban su consumo de carbohidratos, lo que podría promover el aumento de peso”, dijo una de las autoras, Jessica Smith, profesora y miembro investigador en la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard, menciona Science Daily.

Por tanto, la cantidad de queso adecuada al día va de acuerdo a su tipo, por ejemplo, Mundo Deportivo menciona que si el producto es maduro, y curado, oscila entre los 40 y los 50 gramos al día, pero si es más natural y fresco, la porción podría ser mayor.

Finalmente, se debe tener en cuenta cada uno de los compuestos de este lácteo para evitar complicaciones a nivel digestivo.