La fibromialgia es una enfermedad que se caracteriza por un dolor tanto en el esqueleto como en los músculos, que es generalizado y genera sensación de molestia a la presión en determinados puntos del cuerpo.

Asimismo, el portal Meditip indica que esta afección puede generar fatiga, así como problemas para dormir, de memoria y humor. Además, quienes tienen problemas reumáticos u otras enfermedades que generen dolor tienen un mayor riesgo de padecer la fibromialgia. Estas incluyen:

  • Artritis reumatoide.
  • Lupus eritematoso sistémico (por lo general conocido solo como lupus).
  • Espondilitis anquilosante.
  • Osteoartritis (también conocida como artrosis).
  • Depresión o ansiedad.
  • Dolor de espalda crónico.
  • Síndrome del intestino irritable.

Por su parte, Medline Plus señala los síntomas que pueden ayudar a detectar la enfermedad y son los siguientes:

  • Dolor y rigidez en todo el cuerpo.
  • Fatiga y cansancio.
  • Problemas con el pensamiento, memoria y concentración (conocido como niebla mental o “lagunas”).
  • Depresión y ansiedad.
  • Dolores de cabeza, incluyendo migrañas.
  • Síndrome del intestino irritable.
  • Adormecimiento u hormigueo en manos y pies.
  • Dolor en el rostro o mandíbula, incluyendo una afección conocida como trastorno de la articulación temporomandibular.
  • Problemas para dormir.

No obstante, la fibromialgia también se puede presentar por genética, es decir, que es hereditaria. Asimismo, la sequedad en los ojos, nariz y boca, así como orinar con frecuencia pueden ser señales claras de esta afección.

Ahora bien, no hay pruebas de laboratorio que confirme el diagnóstico de la fibromialgia. Sin embargo, los profesionales de la salud optan por un análisis de sangre, los cuales pueden incluir los siguientes procesos, según el portal Meditip.

  • Factor reumatoide.
  • Hernograma completo.
  • Pruebas de tiroides.
  • Velocidad de sedimentación globular.

En ese orden de ideas, las personas diagnósticas con fibromialgia deben ser leales al tratamiento recetado por el médico pues puede ayudar a aliviar el dolor y prevenir el empeoramiento de los síntomas.

Además, según el portal especializado Cuerpo y mente, existen algunos alimentos ayudan a aliviar el dolor producido por esta enfermedad crónica. Algunos de estos son:

  • Aguacate: este fruto es rico en grasas saludables similares a las que posee el aceite de oliva, entre estas se encuentra el omega-9, que contiene propiedades antiinflamatorias. Además, posee vitaminas C y E que actúan en el cuerpo como antioxidantes.
  • Brócoli: según la ciencia, es considerado uno de los alimentos más saludables para las personas. Contiene elementos anticancerígenos como la vitamina C, vitamina A, vitamina E, potasio y zinc, que también disminuyen la inflamación.
  • Cúrcuma: contiene un ingrediente activo llamado curcumina, que le otorga mucho beneficios para la salud. Entre ellos, el dolor crónico y la inflamación, según un artículo del medio especializado en salud Medical News Today. La medicina occidental, por su parte, ha comenzado a estudiar la cúrcuma como analgésico y agente curativo.
  • Manzana: el consumo regular del jugo de manzana podría aliviar los constantes dolores musculares, luego de una jornada laboral extensa o de llevar a cabo alguna actividad deportiva. Asimismo, es una ayuda para los huesos, por su cantidad de potasio.
  • Ajo: gracias a la alicina y a sus antioxidantes, el ajo disminuye la respuesta inflamatoria en el organismo que es causada por diversas enfermedades. Asimismo, sus compuestos sulfurados le proporcionan propiedades analgésicas y modulan la respuesta del sistema inmune.
  • Aceite de coco: al igual que los productos anteriores, contiene propiedades antiinflamatorias que ayudan a disminuir el dolor. Este alimento es muy versátil y se puede utilizar para preparar varias comidas.