De acuerdo con el Ministerio de Salud de Colombia, el envejecimiento es un proceso multidimensional de los seres humanos, que se desarrolla durante la vida y termina con la muerte. Según esta entidad, “es un proceso complejo de cambios biológicos y psicológicos de los individuos en interacción continua con la vida social, económica, cultural y ecológica de las comunidades, durante el transcurso del tiempo”.
El envejecimiento puede traer diferentes cambios físicos, que cada vez son más evidentes, como lo son las arrugas. “La piel cambia a medida que usted envejece. Es posible que observe arrugas, manchas por la edad y resequedad. La piel también se hace más delgada y pierde grasa, tornándose menos suave y lisa. También puede tardar más en curarse”, explica Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Con el paso del tiempo el corazón también sufre cambios. De acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés) el envejecimiento puede causar cambios en los vasos sanguíneos y en el órgano como tal.
Durante la vejez, las enfermedades son una característica muy común en las personas adultas mayores. Este grupo de afecciones son conocidas como síndromes geriátricos, los cuales “son consecuencia de múltiples factores subyacentes que incluyen, entre otros, la fragilidad, la incontinencia urinaria, las caídas, los estados delirantes y las úlceras por presión”, detalla la Organización Mundial de la Salud.
En este sentido, es oportuno señalar que una gran cantidad de personas le temen con fuerza a la vejez por todos los aspectos que la misma, naturalmente, trae consigo. Esto, como muchas fobias, tiene un nombre en particular y según el portal Cuidate Plus se llama gerascofobia.
Asimismo, se destaca que este profundo miedo impulsa a las personas a desarrollar comportamientos obsesivos relacionados con mantenerse joven, a pesar del paso de los años.
Estos hábitos aceleran el envejecimiento celular
El portal especializado Mejor con Salud listó algunos de dichos hábitos:
1. Fumar: de acuerdo con Taylor Hays, M.D., experto de Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, fumar es un factor que puede incrementar el proceso de envejecimiento natural de la piel, contribuyendo a la formación de las famosas “patas de gallo”, líneas de expresión y un tono de piel grisáceo.
2. No tener cuidados cutáneos: es necesario tener cuidados diarios en la piel para que se mantenga en buenas condiciones. Es necesario humectarla, brindarle la nutrición correcta y realizar procesos de limpieza, así no se haya aplicado maquillaje.
3. Ingerir cafeína: estos productos, si se consumen de manera desmedida, provocarán deshidratación a la piel y falta de luminosidad; por lo general, la cafeína afecta el sueño y, si no se duermen las horas suficientes, las células de la piel no se regenerarán de manera adecuada.
4. Comer mal: “los alimentos procesados, los alimentos con alto contenido de azúcar, sodio y grasas trans causan estragos en su salud y en su piel. Comer mal degrada la elastina y el colágeno, las proteínas que mantienen la piel suave y joven”, advierte el Centro de Medicina Estética Carmen Sarmiento en su portal web.
5. Dormir mal: los expertos explican que dormir poco hace que nuestro organismo envejezca antes desde el punto de vista estético, ya que el sueño ejerce importantes funciones sobre la reparación y la hidratación de la piel. Además, se genera bolsas en los ojos, flacidez y arrugas prematuras.
6. Exponerse al sol sin protección: es importante tener conciencia de la importancia de proteger la piel con cremas con una fotoprotección adecuada de amplio espectro, puesto que la radiación ultravioleta es responsable de las quemaduras solares, la aparición de manchas, el envejecimiento prematuro de la piel y, como resultado, la formación de líneas de expresión y arrugas.
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