La diabetes es una enfermedad en la que los niveles de glucosa (azúcar) de la sangre están muy altos, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Además, explicó que hay diferentes tipos de diabetes: la diabetes tipo 1, el cuerpo no produce insulina, mientras que en la diabetes tipo 2, la más común, el cuerpo no produce o no usa la insulina de manera adecuada.

Adicional, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, señaló que los síntomas de la diabetes tipo 1 y tipo 2 incluyen los siguientes:

  • Más sed de lo habitual.
La alimentación es uno de los factores que pueden incidir negativa o positivamente en la regulación del azúcar en sangre. | Foto: Getty Images
  • Micción frecuente.
  • Pérdida de peso involuntaria.
  • Presencia de cetonas en la orina. Las cetonas son un producto secundario de la descomposición de músculo y grasa que ocurre cuando no hay suficiente insulina.
  • Sensación de cansancio y debilidad.
  • Sensación de irritabilidad u otros cambios en el estado de ánimo.
  • Llagas que tardan en cicatrizar.
  • Infecciones frecuentes, como en las encías, la piel o la vagina.

Ahora bien, la entidad sin ánimo de lucro indicó que algunos estudios sugieren que tomar café, ya sea cafeinado o descafeinado, en realidad puede reducir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.

Es más, el portal portugués de salud, nutrición y bienestar, Tua Saúde, reveló que “el café es rico en antioxidantes, los cuales protegen las células del páncreas y mejoran la función de la hormona insulina, regulando los niveles de glucosa en la sangre y previniendo la diabetes”.

Así las cosas, según el portal, “la ingesta recomendada para adultos es de 400 mg de cafeína al día, lo que equivale aproximadamente a cuatro tazas de 150 ml de café colado”.

La cafeína, una de las bebidas más populares del mundo, estimula o excita el cerebro y el sistema nervioso. | Foto: Lew Robertson/ Getty Images

Entretanto, la biblioteca puntualizó que las cantidades de cafeína en diferentes bebidas pueden variar mucho, pero generalmente contienen:

  • Una taza de café de ocho onzas: 95-200 mg
  • Una lata de bebida cola de 12 onzas: 35-45 mg
  • Una bebida energética de ocho onzas: 70-100 mg
  • Una taza de té de ocho onzas: 14-60 mg

Por su parte, en términos de pureza, la recomendación es consumir café en granos o molido, dado que, a diferencia del café instantáneo, este no ha sido sometido a ningún proceso industrial que altere sus componentes aromáticos y nutricionales. Además, tampoco lo mezclan con otro tipo de café de menor calidad con el objetivo de generar más demanda debido a su precio.

No obstante, el portal de salud del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés) aseguró que los expertos recomiendan que algunas personas eviten la cafeína, como aquellas personas con problemas intestinales como reflujo ácido,mque tienen problemas para dormir y con problemas cardíacos.

Asimismo, la biblioteca agregó que otras personas que deben limitar o evitar la cafeína son:

  • Mujeres embarazadas, ya que la cafeína pasa a través de la placenta al bebé.
  • Mujeres amamantando, ya que incluso una pequeña cantidad de cafeína que se consuma pasa al bebé.
  • Quien tiene migrañas u otros dolores de cabeza crónicos.
La cafeína alcanza su nivel máximo en la sangre una hora después de consumirla. | Foto: Getty Images
  • Quienes toman ciertos medicamentos o suplementos, incluyendo estimulantes, ciertos antibióticos, medicamentos para el asma y medicamentos para el corazón.
  • Cuando se es un niño o adolescente. Ninguno de los dos debe tomar tanta cafeína como los adultos. Los niños pueden ser especialmente sensibles a los efectos de la cafeína.

De todos modos, antes de consumir algún alimento lo primero que se debe hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista, para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas, ya que la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.