La diabetes fue la novena causa de muerte en 2019, según datos de la Organización Mundial de la Salud. Esta enfermedad crónica “es una causa importante de ceguera, insuficiencia renal, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y amputación de los miembros inferiores”.
Esta afección de salud se caracteriza por tener niveles elevados de glucosa (azúcar) en la sangre. Es importante explicar que la glucosa proviene de los alimentos y es suministrada como energía por la insulina, una hormona producida por el páncreas.
Existen tres tipos de diabetes. La tipo 1, que se caracteriza por ser la menos común, se puede presentar en cualquier edad (niños, jóvenes y adultos) y sucede cuando hay producción deficiente de insulina o la hay en cantidades mínimas. La de tipo 2, es la más común y sus síntomas son silenciosos, por lo que algunas personas no saben que padecen la enfermedad y aumenta el riesgo de complicaciones en su estado de salud. Y por último, la diabetes gestacional que, como su nombre lo indica, sucede durante el embarazo y aumenta las complicaciones durante el parto; además de que incrementa el riesgo de que la madre y el hijo presenten diabetes de tipo 2 en el futuro.
No existen alimentos milagrosos que garanticen al 100 % la prevención de cualquier enfermedad. Sin embargo, es importante tener una dieta balanceada para mantener un buen estado de salud. La fruta es un tipo de alimento fundamental para el cuerpo humano. De acuerdo con una investigación publicada en The Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism el consumo de fruta puede contribuir positivamente a disminuir el riesgo del desarrollo de la diabetes tipo 2.
El estudio está titulado como “Asociaciones entre el consumo de frutas y el riesgo de diabetes en la cohorte de AusDiab” y tuvo como objetivo analizar la asociación entre la ingesta de tipos de frutas y las medidas de tolerancia a la glucosa y la sensibilidad a la insulina.
En la investigación participaron 7.675 australianos, los cuales eran hombres y mujeres de 25 años o más, reclutados en el Estudio australiano de diabetes, obesidad y estilo de vida (AusDiab) entre 1999 y 2000.
El estudio concluyó que “una dieta saludable que incluya frutas enteras, pero no jugo de frutas, puede desempeñar un papel en la mitigación del riesgo de DM2″ (diabetes tipo 2). El equipo investigador aclaró que “es probable que no todas las frutas ofrezcan la misma protección contra la diabetes, ya que se ha informado heterogeneidad en las asociaciones entre el consumo individual de frutas y el riesgo de DM2″.
Alimentación variada
Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés) explican que las personas que tienen diabetes deben consumir alimentos de todos los grupos, según las cantidades establecidas por un profesional como un médico o nutricionista. Los grupos de alimentos son:
Verduras
- Brócoli.
- Zanahoria.
- Vegetales de hojas verdes.
- Pimentón.
- Tomate.
- Arveja.
Frutas
- Naranja.
- Melón.
- Fresa.
- Manzana.
- Banano.
- Uva.
Granos (la mitad de los granos al menos deben ser integrales)
Proteínas
- Carne magra (con poca grasa).
- Pollo o pavo sin el pellejo.
- Pescado.
- Huevos.
- Nueces y maní.
- Fríjoles secos y otras leguminosas como garbanzos y guisantes partidos sustitutos de la carne, como el tofu.
Lácteos descremados o bajos en grasa
- Leche o leche sin lactosa (en caso de ser intolerante a la lactosa).
- Queso.
Alimentos y bebidas que se deben moderar
- Alimentos fritos.
- Alimentos con grasas saturadas o grasas trans.
- Alimentos con contenido elevado de sal.
- Dulces.
- Productos horneados.
- Helados.
- Bebidas con azúcar agregada (gaseosas, jugos, bebidas energéticas).