Desde el 2005 se sabe, gracias a un estudio del British Medical Journal, que la comida puede disminuir más del 75 % la tasa de absorción del alcohol en el sistema digestivo. Lo que, en otras palabras, sería que el hecho de beber alcohol con el estómago vacío puede acarrear una absorción casi completa de este último, irritando así este sistema del organismo.

Es por esto que se recomienda a las personas consumir alimentos ricos en carbohidratos y grasas, aunque puede llegar a ser mucho más beneficioso comer una buena porción de cualquier alimento que un tipo de alimento en sí.

Lo que sucede en el cuerpo cuando una persona ya ha comido antes de ingerir bebidas alcohólicas es que el esfínter pilórico, que es la válvula que conecta al estómago con el intestino corto, se cierra para que el alimento pueda ser descompuesto durante más tiempo por el ácido que allí se encuentra. Esta válvula impide, a su vez, el paso del alcohol hacia el intestino, donde se absorbe una mayor cantidad de este.

Es esa demora en la absorción del alcohol a nivel sanguíneo la que hace que una persona tarde mucho más en emborracharse.

No comer antes de beber alcohol puede hacer que una persona se embriague mucho más rápido, lo que podría aumentar las probabilidades de una resaca. Foto: Thinkstock

Oficialmente, se considera que el alcohol es perjudicial para la salud, y de acuerdo con los Centros para la Prevención y Control de Enfermedades de Estados Unidos, la forma más común de consumo de alcohol en exceso se define como beber lo siguiente:

  • En las mujeres, cuatro o más tragos en una sola ocasión.
  • En los hombres, cinco o más tragos en una sola ocasión.

¿Qué hacer en caso de una intoxicación por alcohol?

Ya que es poco probable que las personas abandonen el consumo de alcohol por la advertencia de su factor de daño al organismo, es importante tener en cuenta los síntomas de alerta que pueden ayudar a una persona que esté en estado de intoxicación por un exceso de ingesta de alcohol.

Una intoxicación etílica puede ser común, pero si no se trata adecuadamente podría generar afectaciones irreversibles.

Los principales síntomas que una persona tiene al momento de sobrepasarse con el alcohol son la euforia (sensación extrema de bienestar físico o emocional), y una desorientación del tiempo y el espacio. Además, la persona puede presentar alteraciones al hablar y caminar, mareos, vómitos y pérdida de la conciencia.

Estas son algunas de las recomendaciones de los expertos para tratar a quienes han bebido en demasía:

  • No dejar sola a la persona intoxicada, a pesar de que sea una afección leve esta puede incrementar y producir inconsciencia y falla respiratoria.
  • Abrigar a la persona, pues el frío no debe apoderarse del organismo, el portal médico dice que el alcohol es un vasodilatador que impacta a la vasoconstricción encargada de proteger contra el frío.
  • No dar bebidas o comidas, aunque de agua se tratase se recomienda evitar dar algún alimento ya que la persona podría atragantarse.
  • Asegurarse de que la persona intoxicada será trasladada a su hogar con la ayuda de una responsable, a pesar de que se ha mitigado una parte de los comportamientos causados por el consumo de alcohol, es necesario procurar acompañar a la persona, pues el cuerpo aún sigue débil y se podrían generar accidentes.

De acuerdo con Verónica Reolid, responsable del Centro de Nutrición y Dietética de España, el consumo de alcohol “es la tercera causa de muerte prematura en el mundo”. Según Reolid, casi siempre, el alcohol va acompañado de alimentos poco saludables cargados de sal, grasa trans y azúcares; lo que lo hace aún más nocivo.