La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos define la ansiedad como un sentimiento de miedo, de temor e inquietud, que puede hacer que la persona sude, se sienta tensa, y hasta presente palpitaciones. Es una reacción normal a situaciones de estrés.

Cuando la ansiedad es temporal no tiene mayor efecto, pues es natural que una persona la presente en determinados momentos. Sin embargo, también ocurre que se extienda en el tiempo y en ese caso puede hablarse de trastornos de ansiedad, los cuales se caracterizan porque el miedo no es temporal y la situación puede complicarse.

En lo que tiene que ver con el tema físico, la ansiedad lleva a presentar un desgaste que hace sentir a la persona agotada y fatigada, es decir, baja de energía. Esto se debe a que la mente utiliza muchos recursos para pensar, analizar y preocuparse. Si bien se trata de un tema mental, esto desgasta físicamente.

La ansiedad puede ser temporal, pero también puede convertirse en un trastorno que cause diversas afecciones de salud. | Foto: @russellmonk

Alimentación y ansiedad

La alimentación tiene mucho que ver en ayudar a controlar o empeorar los cuadros de ansiedad y por ello es importante evitar algunos productos que inciden en esta afección. Estas son algunas recomendaciones a tener en cuenta.

  • Evitar las grasas: el consumo de comidas ricas en grasas saturadas como la mantequilla, queso, leche entera y cremas puede favorecer la obesidad y elevar los niveles de colesterol, en contra del sistema cardiovascular, lo que es posible que intensifique alguna de las manifestaciones sintomatológicas de la ansiedad, precisa la Clínica de la Ansiedad (España) en su página web.
  • Reducir el consumo de alcohol. El instituto de investigación Mayo Clinic indica que esta sustancia puede producir inmediatamente un efecto tranquilizante. Pero, a medida que el organismo lo procesa, es posible que la persona se ponga irritable. El alcohol también puede interferir en el sueño, lo que también incide de forma negativa en la ansiedad.
  • Limitar la cafeína. Es importante no consumir bebidas con cafeína. Este tipo de alimentos pueden hacer que la persona se sienta tensa y nerviosa, además de interferir en el sueño.
Cuando una persoa sufre de ansiedad debe limitar el consumo de cafeína. | Foto: Getty Images
  • Sal y azúcar. La sal disminuye las reservas de potasio en el cuerpo, un mineral muy importante para el funcionamiento apropiado del sistema nervioso y por ello la recomendación es no exceder su consumo. También es clave evitar comidas elaboradas a base de azucares refinados.

Lo que sí se debería comer

Así como hay alimentos que pueden incidir de manera negativa en la condición de las personas que sufren de ansiedad, hay otros productos que es aconsejable consumir. Estos son algunos de ellos.

La alimentación es clave para mejorar la condición por ansiedad. | Foto: Brand New Images
  • Proteínas en el desayuno. Los expertos aseguran que si se consumen proteínas en el desayuno, no solo genera que la persona se sienta satisfecha por más tiempo, sino que la glucemia se mantendrá en niveles normales. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos indican que cuando hay estrés y ansiedad es posible que los niveles de azúcar en la sangre suban y bajen de manera impredecible. “Las personas con diabetes tienen probabilidades 20 % mayores que aquellas sin diabetes de tener ansiedad en algún momento de su vida”, precisa la mencionada fuente.
  • Carbohidratos complejos: Se dice que los carbohidratos aumentan el nivel de serotonina en el cerebro, lo cual genera un efecto tranquilizante. Consumir alimentos ricos en hidratos de carbono complejos, como los granos integrales, por ejemplo, avena, quinua, y panes y cereales integrales resulta favorable. Es importante evitar los alimentos que contienen los carbohidratos simples, como las comidas y bebidas azucaradas.
  • Beber mucha agua. Incluso una deshidratación leve puede afectar el estado de ánimo.