El consumo de colágeno es una actividad clave para el cuidado y la protección del cuerpo humano, algunas personas consideran que esto solo beneficia la protección de la piel, y el mantenimiento de esta en condiciones de brillo y elasticidad ante el envejecimiento, sin embargo, los beneficios pueden ser incluso más amplios.
El colágeno se encarga dentro del cuerpo humano, de brindar fortaleza y buena unión a todos los tejidos, incluidos aquellos que se encuentran en las articulaciones, ya se trate de piel, tendones, músculos, o incluso huesos, con el fin de que estas puedan contar con buena movilidad y elasticidad a la hora de realizar movimientos, y así evitar daños o dolores.
Este abunda durante la juventud; sin embargo, a medida que avanza la vida humana, este empieza a escasear a causa del envejecimiento. Estas carencias deben ser evitadas, especialmente en personales que realizan mucha actividad física, ya que el papel que cumplen sus articulaciones es incluso mayor al usual.
La función principal de este elemento, se cumple con base en la formación de fibras que generan estructuras fuertes en el organismo y en el desarrollo óseo del cuerpo humano, ocupando de hecho el 70 % de la piel en su peso, como lo resalta el portal MT Farmacia. Sin embargo, también está presente en el ojo, en el 80 % de las proteínas, en los huesos, en los cartílagos, y en los tendones o ligamentos.
Ahora, ¿qué puede llegar a suceder si se presenta una falta de colágeno? Esta es una pregunta muy usual en las personas, ya que a partir de los 25 años, se empieza a perder el 1,5 % del colágeno al año, dando paso de manera circunstancial al envejecimiento, con la aparición de arrugas y otras afectaciones en la piel.
Una vez esta pérdida alcanza un nivel importante, se puede empezar a presentar envejecimiento de la piel en todo sentido, desgaste articular, produciendo dolor o hasta incluso inflamación al haber movilidad, pérdida capilar, dental o de uñas, así como también la aparición de varices a causa de debilidades vasculares.
A su vez, esto puede empezar a producir afectaciones directas en la parte ósea del cuerpo, como dolor de huesos, debilidad en los mismos, facilidad para quebrarse, o hasta incluso enfermedades más profundas como la generación de artritis, produciendo dolor y endurecimiento en las articulaciones, impidiendo incluso la movilidad de los seres humanos.
Es importante destacar que estas afectaciones se presentan en hombres y mujeres, sin embargo, para las mujeres este proceso puede ser más difícil a causa de los cambios hormonales que dan paso a la menopausia, afectando incluso más la producción de estos elementos.
Con el fin de prevenir la falta de colágeno, es importante tener en cuenta algunas fuentes alimenticias para este componente, como lo pueden ser alimentos ricos en vitamina C, tales como kiwi, piña, mango, y toda la rama de los cítricos; verduras, en especial las de hojas verdes; frutos rojos con antioxidantes, tales como fresas, cerezas, sandías, tomates, o frambuesas; alimentos ricos en omega-3, como pescados, ya sean atunes, sardinas, salmón, u otros derivados; y también alimentos que poseen azufre en buena cantidad, tales como, el brócoli, la cebolla, el ajo, el perejil, y el rábano.
Es clave para el cuidado de la salud una buena planificación alimenticia, pero también la protección de esta clase de elementos, que una vez llegue la tercera edad, presentarán un gran déficit, generando afectaciones peligrosas para el cuidado del cuerpo humano.