El sueño es tan importante para la buena salud como la dieta y el ejercicio, ya que dormir bien mejora el rendimiento cerebral, el estado de ánimo y la salud, de acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud de estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés).
Además, señaló que no tener la suficiente calidad de sueño con regularidad, aumenta el riesgo de muchas enfermedades y trastornos como enfermedades cardíacas, derrames cerebrales, obesidad y demencia.
Ahora bien, Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, explicó que durante el sueño, el cerebro pasa por cinco fases diferentes: Etapa 1, 2, 3, 4 y sueño de movimientos oculares rápidos (MOR o REM en inglés) y las distintas fases del sueño ayudan a:
- Sentir descanso y con energía al día siguiente.
- Aprender información, hacer reflexiones y formar recuerdos.
- Descansar el corazón y el sistema vascular.
- Liberar más hormona del crecimiento, que ayuda a los niños a crecer.
- También aumenta la masa muscular y la reparación de células y tejidos en niños y adultos.
- Liberar hormonas sexuales, que contribuyen a la pubertad y la fertilidad.
- Evitar enfermarse o a mejorarse cuando está enfermo, creando más citoquinas (hormonas que ayudan al sistema inmunitario a combatir varias infecciones).
De hecho, la doctora Marishka Brown, experta en sueño de los NIH, dijo que “el sueño saludable abarca tres cosas importantes. La primera es la cantidad de horas que duerme. La segunda es la calidad del sueño: tener un sueño reparador e ininterrumpido. La última es un horario de sueño regular”.
Así las cosas, la revista Women’s Health reveló que “los expertos de The Sleep Council señalaron que la franja ideal para dormir y descansar bien se situaría entre las 22:00 y las 23:00 de la noche, ya que es el momento en el que la temperatura de nuestro cuerpo disminuye, así como los niveles de cortisol (la hormona del estrés). Según se va haciendo de noche, el cerebro comienza a producir melatonina, que es precisamente la sustancia que necesitamos para que comience a entrarnos sueño”.
Respecto a la cantidad de horas de sueño, Medline Plus puntualizó que las recomendaciones generales para dormir son:
- Recién nacidos: 16-18 horas al día.
- Niños en edad preescolar: 11-12 horas al día.
- Niños en edad escolar: por lo menos 10 horas al día.
- Adolescentes: 9-10 horas al día.
- Adultos (incluyendo adultos mayores): 7-8 horas al día.
Entre tanto, para mejorar los hábitos de sueño, hay que:
- Evitar la cafeína, especialmente por la tarde y noche.
- Hacer ejercicio con regularidad, pero no demasiado tarde. No obstante, si por cuestiones de tiempo u otras razones, se toma la decisión de hacer ejercicio en las noches, la revista Glamour publicó algunas recomendaciones como, por ejemplo, evitar las bebidas estimulantes, tomar un baño con agua tibia después de realizar ejercicio, evitar los dispositivos electrónicos antes de dormir y comer algo ligero para evitar la pesadez y poder descansar.
- Evitar las bebidas alcohólicas antes de acostarse.
- Evitar comidas y bebidas pesadas por la noche.
- No tomar siestas después de las tres de la tarde.
- Relajarse antes de acostarse, como tomando un baño, leyendo o escuchando música suave.
- Mantener el dormitorio con una temperatura fresca.
- Deshacerse de distracciones como ruidos, luces brillantes y el televisor o computadora en el dormitorio y procurar no usar el teléfono o tableta justo antes de ir a la cama.
- Obtener suficiente sol durante el día.
- No acostarse en la cama despierto.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.