Dormir bien puede hacer la diferencia entre tener un buen o mal día, pues el descanso es clave para el desarrollo de cualquier actividad. Los expertos indican que tener la cantidad y calidad indicadas de sueño siempre estará relacionado con un mayor rendimiento y una mejor salud.
¿Pero cuál es la mejor hora para dormirse? De acuerdo con un nuevo estudio publicado en la revista European Heart Journal, la hora ideal para iniciar el sueño es entre las 10:00 p. m. y las 11:00 p. m., horario que se asocia con tener un menor riesgo de padecer un ataque cardíaco o un derrame cerebral.
De acuerdo con la investigación, que utilizó una muestra de 88.000 hombres y mujeres de Reino Unido, las personas que duermen entre esas horas de la noche tienen menor riesgo de desarrollar enfermedades del corazón en comparación con aquellas que acostumbran conciliar el sueño más temprano o más tarde.
Los científicos analizaron la correlación entre los parámetros relacionados con el inicio del sueño, medidos por un acelerómetro de muñeca, y las enfermedades cardiovasculares. Los participantes también realizaron evaluaciones y llenaron cuestionarios demográficos, de estilo de vida, de salud y físicos.
Según los resultados del estudio, las personas que inician su sueño entre las 22:00 y las 22:59, tienen 25 % de riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. El análisis permitió determinar que este riesgo aumenta 12 % en aquellos que se acuestan entre las 23:00 y las 23:59, y 24 % en quienes se quedan dormidos antes de las 22:00.
Los investigadores aseguran que el cuerpo tiene un reloj interno de 24 horas, llamado ritmo circadiano, que ayuda a regular el funcionamiento físico y mental.
Los participantes en el análisis fueron reclutados entre 2006 y 2010 y la edad promedio se sitúo en 61 años, en un rango de 43 a 79 años. Del total de la muestra, 58 % eran mujeres. En un análisis adicional por sexo, la asociación con el aumento del riesgo cardiovascular fue más fuerte en las mujeres.
¿Cuántas horas se debe dormir para tener una buena salud?
La cantidad de sueño que una persona necesita depende de varios factores, especialmente de la edad. Aunque las necesidades de sueño varían significativamente entre individuos, según el instituto Mayo Clinic, los bebés entre cuatro y doce meses deben dormir entre doce y 16 horas; de uno a dos años, entre once y 14 horas; de tres a cinco años, de diez a 13 horas; de seis a doce años, entre nueve y doce horas; de 13 a 18 años, de ocho a diez horas diarias, y los adultos, siete horas o más.
Sin embargo, además de la edad, otros factores pueden afectar la cantidad de horas de sueño que la persona requiere. Por ejemplo, la calidad del sueño. Si este se interrumpe con frecuencia, el individuo no duerme bien y esto puede incidir en su salud.
Si la persona sufre de falta de sueño, la cantidad de horas que requiere dormir aumenta. El embarazo también incide, pues los cambios en los niveles hormonales y las molestias físicas pueden provocar una mala calidad de sueño. El envejecimiento, por su parte, genera que los adultos mayores necesiten aproximadamente la misma cantidad de sueño que los adultos jóvenes.
Beneficios de dormir bien
De acuerdo con la Fundación Española del Corazón, dormir bien genera una cantidad importante de beneficios. Por ejemplo, aumenta la creatividad. Cuando el cerebro está descansado y la producción de hormonas está equilibrada, la memoria funciona a la perfección. Eso hace que la imaginación sea más potente y las personas más creativas.
Otro beneficio es que ayuda a perder peso. La falta de sueño hace que los adipocitos (células grasas) liberen menos leptina, la hormona supresora del apetito. El insomnio provoca, además, que el estómago libere más grelina (la hormona del apetito). Ambas acciones hacen que dormir poco se asocie a la obesidad.
Dormir bien ayuda a que el sistema inmunológico se regenere, lo que le permite luchar con eficacia contra las toxinas y los gérmenes que de forma continua amenazan. De igual manera, fortalece las conexiones neuronales ayudando a mejorar la memoria; protege el corazón y reduce la depresión.