El Instituto Nacional del Cáncer (NCI) describe la vejiga como aquel órgano en el cual se deposita la orina que llega de los riñones que, al igual que otras partes del cuerpo, se ve aquejado por el cáncer, aumentando su riesgo el consumo de cigarrillo, precisan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Es entonces que el sistema urinario se ve relacionado con otras enfermedades como las infecciones, que tal y como lo explica, “ocurren cuando entran bacterias a la uretra, generalmente de la piel o el recto, e infectan las vías urinarias”.
Es importante mencionar que las mujeres son más propensas a infectarse porque su uretra “es más corta y está más cerca del recto. Esto facilita la entrada de bacterias a las vías urinarias”, precisan.
Los CDC mencionan que los síntomas más comunes de las infecciones urinarias son micción frecuente, dolor al orinar, fiebre y/o escalofríos, por ejemplo.
Enfermedades relacionadas con infecciones urinarias
Sin embargo, muchas son las afecciones que pueden incidir en el desarrollo de esta enfermedad. Aquí algunas de ellas:
- Cálculos renales: la Clínica Mayo explica que estos cálculos “son depósitos duros hechos de minerales y sales que se forman dentro de los riñones”.
- Diabetes: se entiende como la no producción de insulina del páncreas y/o la resistencia de las células a ella. Además, durante el embarazo, una mujer también puede desarrollar esta infección por los altos niveles de azúcar en la sangre.
- Inconsistencia urinaria: no se puede controlar el paso de la orina.
- Cistitis: es la hinchazón de la vejiga, que puede ser causada por infecciones, provocando dolores intensos, impactando de manera negativa los riñones. Entre los signos más comunes de la cistitis se encuentran: dolores pélvicos, sangre, fiebre, y necesidad constante para orinar.
- Cáncer de vejiga: según los CDC, los signos comunes son sangre al orinar, dolor pélvico y dolor de espalda.
Para reducir el riesgo de cada una de estas afecciones es también importante modificar ciertos hábitos y mantener una dieta balanceada rica en frutas y verduras. Un estudio citado por Infosalus del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) determinó que el consumo de vitamina D se ve positivamente relacionado con la disminución del riesgo de cáncer.
La investigación analizó datos y muestras de sangre de pacientes con y sin diagnóstico de cáncer, reuniendo así la información de más de 2.000 participantes.
Lo anterior lo corrobora Mundo Deportivo, citando otra investigación que afirma que el déficit de vitamina D incide en incontinencia urinaria, vejiga hiperactiva, entre otros.
Vitamina D
Esta vitamina tiene como función absorber el calcio. Se obtiene ya sea por una dieta equilibrada, la exposición al sol y/o a través de suplementos. Es de mencionar que, aunque luego de la exposición al sol el cuerpo desarrolla vitamina D, permanecer por un tiempo prolongado bajo él puede producir cáncer de piel o envejecimiento prematuro.
“La vitamina D también regula muchas otras funciones celulares en el cuerpo. Sus propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y neuroprotectoras contribuyen con la salud del sistema inmune, la función muscular y la actividad de las células cerebrales”, menciona la Clínica Mayo.
La institución explica que entre los alimentos que son ricos en vitamina D se encuentran los huevos, la leche, el pescado y el hígado, por ejemplo. Sin embargo, la falta de ella puede provocar osteoporosis, raquitismo y debilitamiento muscular, entre otras enfermedades.
Cabe recordar que la osteoporosis afecta los huesos, debilitándolos, causando fracturas por leves movimientos. La entidad explica que estas lesiones son recurrentes en las muñecas, la columna vertebral y la cadera, enseña la Clínica Mayo.