A la inflamación y el daño de una o más articulaciones (donde dos huesos se encuentran) se le conoce como artritis, una afección que genera fuertes dolores y a la cual se le debe prestar mucha atención. En este proceso se presenta una degradación de las estructuras articulares, especialmente del cartílago, que es el encargado de protegerlas y permite que estas se muevan de forma suave.
Igualmente, absorbe el golpe cuando se ejerce presión sobre la articulación. Por ejemplo, cuando una persona camina. No tener la cantidad usual de cartílago hace que los huesos se dañen y se rocen, causando dolor, hinchazón (inflamación) y rigidez.
La artritis puede afectar el sinovio, que es un fluido viscoso y transparente que se encuentra en las articulaciones. “Tiene la consistencia de la clara de huevo. Su composición es la de un ultrafiltrado del plasma, con la misma composición iónica”, de acuerdo con el portal especializado Medline Plus.
También tiene un impacto sobre los huesos adjuntos a la articulación, los ligamentos y los tendones y el recubrimiento de los ligamentos y los tendones (bursa). Esta afección puede ser causada por una enfermedad autoinmunitaria (el sistema inmunitario del cuerpo ataca por error al tejido sano), fracturas óseas, desgaste y deterioro general de las articulaciones, infección, con frecuencia por bacterias o virus, cristales como el ácido úrico o el dihidrato de pirofosfato cálcico.
Por este motivo, tener una dieta balanceada y consumir los alimentos correctos ayudará a que el organismo reciba las vitaminas que necesita para fortalecer las articulaciones, algo que necesita toda persona que sufre de artritis. Por lo que la vitamina B3 se convierte en un aliado esencial debido a sus múltiples beneficios en los seres humanos.
La vitamina B3, conocida también como niacina, es aquella que ayuda al sistema digestivo, así como a la piel y los nervios en su funcionamiento habitual, según recoge el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos. Esta sustancia debe ser consumida a diario y se encuentra en varios alimentos de origen animal y vegetal.
La Clínica de la Universidad de Navarra, en España, desplegó una lista de alimentos que contienen esta vitamina, indicando que entre los más ricos de B3 se encuentra el maní o cacahuate, el atún, el pollo, el jamón serrano y el bacalao, ya que por cada 100 miligramos, estos comestibles tendrían entre 21 y 10 % de la vitamina mencionada.
Otro alimento que contiene esta vitamina y además es rico en vitamina A, son las semillas de calabaza. Estás, brindan al cuerpo los beneficios mencionados anteriormente y también aportan vitamina K al cuerpo, la cual se utiliza con éxito para tratar las hemorragias.
Para consumirlas, según el portal especializado Mejor con Salud, es posible hervirlas con agua y sal, pasarlas por el horno y, una vez tostadas, comer directamente o utilizarlas en otra preparación.
Otra opción es tostarlas con sal y usarlas en ensaladas o sopas. También, se pueden caramelizar y agregarlas a barras de cereal como un snack saludable. “Estas semillas incluso se pueden incorporar al hacer pan o galletas caseras añadiendo estas semillas en polvo a la harina que se utilice para la preparación”, explica el mismo medio.
Ejercicio para fortalecer las rodillas
Una de las recomendaciones para evitar la artritis y fortalecer las rodillas es hacer ejercicio con un nivel de complejidad baja, el cual se puede practicar cuando llegue el dolor.
Entre ellos se encuentran caminar, que es una actividad sencilla que no implica gran esfuerzo ni resistencia. Además, se puede hacer en cualquier momento. Al caminar se calientan las piernas y el dolor comienza a disminuir.
También se recomienda montar en bicicleta, ya que es un ejercicio muy completo debido a que la persona trabaja diferentes partes del cuerpo, una de ellas son los músculos de los brazos y los glúteos, que estarán en constante movimiento y en un nivel alto de fuerza y resistencia.
La natación es otra de las alternativas, puesto que ayudará a relajar los músculos de casi todo el cuerpo y se activa el movimiento en las articulaciones, aliviando los dolores. Elevar las rodillas de forma alterna, primero la derecha y luego la izquierda, es otra de las actividades recomendadas. Se deben hacer varias repeticiones al ritmo que mejor se le faciliten a la persona.