En el mundo de la cocina, la sal es uno de esos indispensables. Es el encargado de definir por su sabor los platos salados y se usa en una gran variedad de preparaciones. Sin embargo, es necesario ser responsable con su uso y su consumo.
De acuerdo con la investigación titulada “Evidencias y controversias sobre la sal: generalidades”, la sal es “un compuesto iónico formado por una combinación de iones de cloro y sodio (Cl– y Na+), acomodados en una estructura cristalina con forma cúbica. El símbolo del sodio (Na) proviene del latín natrium”.
Este trabajo investigativo expone que “la sal (cloruro sódico) forma parte imprescindible de la dieta, tanto por la importancia de sus funciones regulatorias en los líquidos del organismo, como por su papel en los procesos fisiológicos del organismo. Durante los últimos 40 años se ha estimado que el exceso del consumo de sal tiene efectos deletéreos sobre la presión arterial e incrementa el riesgo cardiovascular”.
“La mayor parte de la sal que consumimos a diario está ‘oculta’. Alrededor del 75% de la sal de la dieta procede del consumo de alimentos procesados; el 15% proviene de la sal que añadimos al cocinar o en la mesa y aproximadamente el 10% restante corresponde a la sal intrínseca que contienen los alimentos”, expone dicho estudio.
Por su lado, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) explica que: “la reducción de la sal en la dieta es una de las medidas recomendadas por la reciente Cumbre de las Naciones Unidas para prevenir las enfermedades no transmisibles y señalada como una de las mejores estrategias para mejorar la salud de la población según la Organización Mundial de la Salud (OMS)”.
“El exceso de sal en la dieta incrementa la presión arterial, causando aproximadamente el 30% de hipertensión, representa un posible carcinógeno para el cáncer gástrico y está asociada con la insuficiencia renal y la osteoporosis. Según recientes evaluaciones, el consumo de sal, suele ser de más de 5/g al día, cantidad máxima recomendada por la OMS. Los afrodescendientes son especialmente susceptibles a los efectos adversos de la presión arterial debido al excesivo consumo de sal”, explica la OMS.
Uno de los datos claves que expone la organización en su portal web es que “el consumo habitual de sal en exceso puede parecer inofensivo, pero se asocia a diversos riesgos para la salud que causan cada año millones de muertes prematuras. El más frecuente de tales riesgos es la hipertensión arterial, responsable por sí sola de unos 9,4 millones de muertes al año”.
Esta es la peligrosa enfermedad que previene limitar el consumo de sal
La sal se suele relacionar con las enfermedades cardiovasculares, debido a que su consumo excesivo puede desarrollar este tipo de problemas, sin embargo, hay otras afecciones que pueden estar relacionadas con el consumo excesivo de este producto.
El portal especializado en salud, Medline Plus, expone que los niveles de colesterol altos también están relacionados con el exceso de sodio en el cuerpo. Entre las recomendaciones que esta enciclopedia expone para las personas que sufren de esta situación aparece limitar la sal.
“Debe intentar limitar la cantidad de sodio (sal) que consume a no más de 2.300 miligramos (aproximadamente una cucharadita de sal) por día. Eso incluye toda la sal que consume, ya sea que se haya agregado en la cocina o en la mesa, o que ya esté presente en los productos alimenticios”.
No obstante, aclara que “limitar la sal no reducirá el colesterol, pero puede bajar el riesgo de enfermedades cardíacas al ayudar a reducir la presión arterial. Puede reducir la sal eligiendo alimentos con bajo contenido de sal y ‘sin sal agregada’, además de preferir condimentos en la mesa o al cocinar en vez de sal”.