La osteoporosis es una enfermedad que afecta los huesos y suele ser diagnosticada en pacientes con edad avanzada, por lo general se da porque el cuerpo no cumple con la misma vitalidad que cuando se era joven; sin embargo, los pacientes que han tenido una mala alimentación a lo largo de su vida y han llevado una vida sedentaria están en mayor riesgo de padecer osteoporosis.
La Sociedad Española de Reumatología (SER) explica que la osteoporosis es un padecimiento esquelético en el que se produce una disminución de la densidad de la masa ósea; se estima que afecta a 2,5 millones de personas mayores de 50 años, a nivel mundial.
La entidad antes mencionada confirma la cantidad que se necesita de calcio para prevenir este padecimiento. “La principal fuente de calcio en la dieta son los productos lácteos. Aunque ello es bien conocido, la población a menudo se pregunta si los productos lácteos descremados tienen menos cantidad de calcio o si todos los quesos tienen un mismo contenido.
Es importante saber que los lácteos descremados aportan la misma cantidad de calcio y que los quesos con mayor contenido de calcio son los curados. En líneas generales, se necesita un aporte aproximado de un gramo de calcio al día para que un adulto tenga una buena salud ósea”.
Mantener la salud de los huesos y los músculos requiere de una amplia combinación de hábitos saludables, entre los cuales se encuentran fundamentalmente la actividad física y la alimentación balanceada.
Ciruelas pasas para prevenir la osteoporosis
Aunque las ciruelas pasas aparecen tímidamente en la temporada navideña, junto a orejones, higos y uvas pasas, vale la pena darles una oportunidad al conocer sus propiedades y beneficios. A pesar de que las frutas desecadas no suelen ser muy tenidas en cuenta en la cesta de compra de las generaciones más jóvenes, contienen concentraciones de nutrientes saludables presentes en las frutas frescas. Además, se combinan a la perfección con ensaladas, yogures, postres y otras preparaciones.
Las ciruelas pasas son sometidas a un proceso de deshidratación para eliminar su contenido de agua, lo que las hace más pequeñas y ligeras, pero conservando prácticamente intacto su perfil nutricional y adquiriendo un sabor más dulce. Estas características las convierten en una opción deliciosa y nutritiva para incluir en la alimentación diaria y mejorar la salud de manera sabrosa.
La pectina, presente en las ciruelas pasas, juega un papel importante al limitar la absorción completa de grasas de los alimentos, lo que protege al cuerpo contra la acumulación del llamado “colesterol malo”. Además, las vitaminas C y K presentes en estas ciruelas ayudan a reducir el riesgo de enfermedades arteriales e infartos, mientras que los flavonoides tienen un efecto regulador sobre la tensión arterial.
Un estudio publicado en el Journal of Medicinal Food sugiere que “consumir ciruelas diariamente mejora la salud del sistema cardiovascular y reduce los riesgos para el corazón y el cerebro gracias a los antioxidantes y compuestos antiinflamatorios naturales que contienen”.
Especialmente recomendadas para mujeres en o después de la menopausia, las ciruelas pasas facilitan la absorción del calcio y reducen el riesgo de osteoporosis. Esta propiedad también es beneficiosa para hombres mayores de 50 años, según una investigación de la Facultad de Ciencias del Ejercicio y Nutrición de la Universidad Estatal de San Diego (Estados Unidos), también publicado en el Journal of Medicinal Food. El consumo diario de ciruelas pasas, afirman, protege la salud ósea de manera significativa.
Además de los beneficios mencionados, las ciruelas pasas son especialmente recomendadas para personas que padecen diabetes, ya que su impacto en los niveles de glucosa en sangre es menor en comparación con el consumo de azúcar. Por lo tanto, es común que los nutricionistas sugieran ingerir entre dos y cuatro ciruelas pasas diariamente, dependiendo de las necesidades individuales de cada persona.