Las proteínas se encuentran en cada célula del cuerpo. El organismo las necesita para fortalecer y mantener los huesos, los músculos y la piel. Estas se obtienen de alimentos como la carne, los productos lácteos, las nueces y algunos granos o guisantes.
Las que se encuentran en la carne y otros productos animales son proteínas completas, es decir, suministran todos los aminoácidos que el cuerpo no puede producir por sí mismo. La mayoría de las proteínas de las plantas son incompletas y por ello se deben combinar distintos tipos de las que se hallan para obtener todos los aminoácidos que el organismo requiere para su normal funcionamiento, asegura la Biblioteca de Medicina de Estados Unidos.
Los especialistas indican que es importante consumir proteínas todos los días, porque el cuerpo no las almacena del mismo modo que acumula grasas o carbohidratos. La cantidad que una persona necesita depende de su edad, sexo, estado de salud y nivel de actividad física.
Las proteínas, según el portal Médico Plus, se clasifican según su origen, la función, la solubilidad, la composición y forma. Existen miles de proteínas en el cuerpo y una de ellas es la p53, conocida por su papel en la protección frente al cáncer.
La más estudiada en oncología
Precisamente esta es una de las proteínas más estudiadas en el campo de la oncología por sus importantes funciones como supresor tumoral, según el Centro Singular de Investigación en Medicina Molecular y Enfermedades Crónicas (CiMUS), de la Universidad de Santiago de Compostela, en España y adscrito al Centro de Investigación de Biomédica de Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (Ciberobn).
Hasta ahora se conocía que las células tumorales muestran alteraciones en su metabolismo que les permiten multiplicarse a gran velocidad y que la proteína p53 logra frenar su avance modulando el uso que estas células alteradas hacen de la glucosa, al impedir que la catabolicen de forma eficaz. Sin embargo, no se había estudiado todavía el posible papel de esta proteína en la producción hepática de glucosa en condiciones fisiológicas.
Precisamente, este instituto, en colaboración con otros grupos de investigación de Alemania, Suiza, Noruega y Corea, realizó un estudio publicado en la revista científica Nature Communication, en el que se indica que esta proteína es la encargada de regular la producción de glucosa. La investigación concluye, además, que se altera en pacientes con diabetes.
En el análisis se determina cómo la proteína p53 es un factor de transcripción fundamental para promover la producción hepática de glucosa durante el ayuno. “En estas condiciones, p53 sufre una modificación postranscripcional, llamada O-GlcNAcilación, que promueve su estabilización y permite que pueda promover la expresión de PCK1, una de las enzimas más importantes implicadas en la producción de glucosa”, explicó la investigadora, María J. González Rellán.
Además, en esta investigación se describe cómo las principales hormonas que estimulan la producción de glucosa (glucagón, adrenalina y cortisol) necesitan la O-GlcNAcilación de p53 para poder inducir la producción de glucosa.
“Por el contrario, un incremento excesivo de los niveles de p53 O-GlcNAcilado impide que la señalización de la insulina actúe de forma apropiada en el hígado, generando resistencia a insulina”, aclara la investigadora.
Finalmente, en el estudio se muestra cómo tanto los niveles de las enzimas implicadas en la O-GlcNAcilación como de p53 y PCK1 se encuentran significativamente incrementados en el hígado de los pacientes con diabetes tipo 2, por lo que la investigación supone un avance en el estudio de la patología, ya que aporta una visión completamente nueva e inesperada de cómo se regula la producción de glucosa en el hígado.
El Centro Singular de Investigación en Medicina Molecular y Enfermedades Crónicas explica que el mantenimiento de los niveles de azúcar en la sangre exige una serie de mecanismos coordinados en respuesta a la disponibilidad o no de comida.
De esta forma, durante el ayuno se produce glucosa para prevenir la hipoglucemia, mientras que después de las comidas la producción de glucosa está inhibida para evitar la hiperglucemia. El hígado juega un papel fundamental en este proceso, ya que es el principal productor de glucosa del organismo. Esta coordinación se pierde en las personas con diabetes.
Por ello, el mencionado estudio permite avanzar en la comprensión de los procesos fisiológicos que regulan la producción hepática de glucosa, algo fundamental para entender y prevenir la diabetes.
En la actualidad, aproximadamente uno de cada 11 adultos en el mundo sufre de esta enfermedad y la Organización Mundial de la Salud ha catalogado esta patología como la séptima causa de muerte a nivel mundial.