Día a día, muchas personas deben salir de su casa para cumplir con sus labores cotidianas, pero en ese recorrido no siempre se disfruta el aire libre. Hacer actividades físicas en el espacio abierto, rodeado en la naturaleza, debería ser una práctica más común para realizar fuera de casa.
Lo primero es que la actividad física tiene beneficios en sí misma; según lo sugerido por los expertos, 150 minutos de ejercicio a la semana son suficientes para que las personas gocen de los beneficios para su estado físico y mental, indican desde la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, Medline Plus. Este tiempo puede distribuirse entre cinco días de la semana.
Ahora bien, podría ser bueno para la salud si uno de esos días se escoge para estar al aire libre y activar el cuerpo de una forma diferente, ya sea trotando, haciendo yoga o meditando en el exterior. Los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades indican que hay múltiples beneficios asociados a esta práctica.
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¿Cuál es la razón para estar al aire libre?
No es un secreto que el cuerpo requiere de micronutrientes para su funcionamiento, estos se obtienen generalmente a partir de la alimentación, sobre todo entre las frutas y verduras. Sin embargo, la vitamina D es un caso particular y no solo se puede conseguir en los alimentos, sino que también puede estimularse su producción en el organismo, mediante la exposición al sol.
La Oficina de Suplementos Dietéticos de los Institutos Nacionales de Salud explica que este componente es vital para el cuidado de los tejidos del cuerpo, pues contribuye a procesar el calcio que requiere la estructura ósea y muscular para sus funciones, fortalecimiento y conservación.
Además, advierte, algunos efectos nocivos de la contaminación también han disminuido la posibilidad de adquirir mayores cantidades de vitamina D en el cuerpo. En todo caso, hay que aclarar que no se trata de asolearse sin control, puesto que los rayos del sol pueden ser dañinos si no se utiliza una protección adecuada.
Igualmente, pasar tiempo al aire libre puede ser clave para conciliar el sueño durante las noches. Esto obedece a que se tiene mayor consciencia sobre el paso del tiempo en el día, horario al que generalmente se adapta el cuerpo. Un artículo del portal Cliki Salud, de la Fundación Carlos Slim, resalta que esto ocurre porque el cuerpo se alinea al ritmo natural del cuerpo.
Como explican desde el Instituto Nacional de Ciencias Médicas Generales, se entiende por ritmo circadiano a los procesos que tienen lugar en el cuerpo durante un periodo de 24 horas, esto incluye la digestión, el sueño, entre otras. “Estos procesos naturales responden, principalmente, a la luz y la oscuridad”, explican. Las luces artificiales en ocasiones pueden provocar que se pierda la noción del tiempo y con ello se presenten alteraciones en el sueño.
Desde la Asociación Americana del Corazón destacan que estar al aire libre también puede tener efectos buenos para propiciar el bienestar emocional, ya que contribuye a disminuir los síntomas de trastornos psicológicos, como la ansiedad y el estrés.
Según explican desde la entidad, favorece la relajación y ayuda a procesar los sentimientos, ya que en la naturaleza generalmente se puede disfrutar de un ambiente calmado, repleto de paisajes en los que interactúan diferentes especies y se aleja de los ruidos de la ciudad.
También puede ser un aporte de vitalidad, de energía, de fortaleza, dependiendo de la forma en que se relacione la persona con los elementos que le rodean. Como explican desde el portal Ask the scientists, el rato que se pasa en el exterior puede ser idóneo para regular la tensión del organismo y así propiciar la tranquilidad.