La piel es el órgano externo más grande del cuerpo. Según Medline Plus, web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, la capa exterior de la piel es llamada epidermis. Esta protege las capas internas del mundo exterior y contiene células que fortalecen la piel.
Con los años, la piel se pone más delgada, pierde grasa y ya no se ve tan sana y lisa como antes. Las venas y huesos se pueden ver con mayor facilidad y los rasguños, cortes o golpes pueden tomar más tiempo en mejorar.
Años de broncearse al sol o de pasar mucho tiempo a la luz del sol puede resultar en arrugas, sequedad, manchas por la edad y hasta cáncer. Por ello, es necesario recurrir a rutinas de cuidado que mantengan una piel saludable, juvenil y tersa.
Una de estas técnicas, reseñada por el portal especializado en belleza y estilo de vida Soy Carmín, son las mascarillas de arroz, usadas con frecuencia por las mujeres asiáticas. Este método ayuda a “cerrar los poros y disminuir las líneas de expresión”.
Para realizarla se necesita: una cucharada de fécula de maíz, una cucharada de harina de arroz, una cucharada de miel de abeja y dos cucharadas de leche.
Preparación y uso:
1. Verter en un recipiente la fécula de maíz, la harina del arroz y la leche.
2. Mezclar hasta que se forme una pasta homogénea.
3. Añadir la miel y revolver nuevamente.
4. Lavar el rostro para que los ingredientes penetren correctamente.
5. Aplicar la mascarilla con una brocha.
6. Dejar actuar durante 20 minutos.
7. Retirar con agua tibia.
8. Aplicar tres veces a la semana para lograr buenos resultados.
Además de lo anterior, según información de la American Academy of Dermatology, citada por Mejor con Salud, existen algunos hábitos para el cuidado de la piel que podrían conservar por más tiempo la firmeza de la dermis.
- Hidratación: para lograr una piel más joven después de los 40 hay que mantener el cutis hidratado, pues suaviza la piel mejora sus características. También es posible aplicar vitaminas, antioxidantes, colágeno, entre otros nutrientes, que ayudan a incrementar las funciones de las cremas hidratantes.
- Consumo de vitaminas C y E: estas vitaminas son fundamentales para conservar la piel tersa; sin embargo, si no se han consumido los alimentos mucho antes de llegar a los 40 años, es posible que no se pueda detener el deterioro cutáneo.
- Sérum: aunque no muchas personas los usen, el sérum es un buen aliado para tener una piel tersa. Se debe aplicar antes de la crema hidratante y se aconsejan aquellas con alto contenido vitamínico o aquellas que tienen efectos reparadores.
- Limpieza: tanto por las mañanas, como por las noches, hay que realizar una rutina de belleza que limpie las impurezas y ayude a regenerar las células del rostro. Esta se puede realizar con agua tibia, jabón neutro y abundante agua. También es posible usar un desmaquillante adecuado para el tipo de piel que se tiene.
- Protección solar: según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, la coloración o manchas también pueden deberse a “la exposición al sol u otras fuentes de luz ultravioleta”, por lo que el bloqueador solar se convierte en un elemento obligatorio para el cuidado de la piel. Al momento de aplicarlo, no hay que olvidar el área del escote y el cuello.
- Beber más agua: en todas las etapas de la vida es indispensable el consumo de agua. Sin embargo, después de los 40, su consumo debe aumentar para disminuir la deshidratación de la piel y ayudar con su firmeza.