Las venas varicosas (várices) son venas hinchadas, retorcidas y dilatadas que se pueden ver bajo la piel y con frecuencia son de color rojo o azul, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos. “Normalmente, las válvulas unidireccionales en las venas de las piernas mantienen el flujo de sangre hacia el corazón. Cuando las válvulas no funcionan correctamente, la sangre regresa por la vena. Esta se inflama por la sangre que se acumula allí, lo cual provoca las varices”, explicó la biblioteca.
Las várices ocurren cuando las válvulas dentro de las venas, cuya función es mantener la sangre fluyendo en una sola dirección hacia el corazón, se debilitan o se dañan. Esto provoca un flujo sanguíneo deficiente y hace que la sangre se acumule en las venas, causando su dilatación y la formación de las várices.
Generalmente aparecen en las piernas, pero pueden presentarse en otras partes del cuerpo. No obstante, si se revienta una vena várice, se puede presentar una varicorragia que es “una hemorragia que resulta de la rotura de una vena varicosa”, según el portal de salud Top Doctor.
Existen varios alimentos que ayudan a prevenir y eliminar las incomodas venas varices del cuerpo humano, uno de ellos es el tomate, ya que gracias a sus propiedades se convierte en una de las mejores hortalizas para enfrentar la inflamación de las venas, especialmente en las piernas, gracias a sus anticoagulantes y calmante ayuda a fortalecer los vasos sanguíneos.
El tomate cuenta con una gran cantidad de licopeno, que es un antioxidante completamente natural que tiene la especialidad de reducir la inflamación, por lo que funcionará de manera correcta con las venas varices. Además, se fortalecerán los vasos sanguíneos gracias al gran aporte de flavonoides.
Este alimento es conocido por tener un pH de entre 4.2 y 4.9, lo que quiere decir que tiene un alto grado de acidez, lo cual es muy bueno para tratar las varices, ya que dificulta notablemente la coagulación de la sangre. Esta propiedad se mantiene en cualquier forma de consumo del tomate.
El portal especializado en temas relacionas con la vena várice Varicentro menciona la lista de algunos alimentos que pueden ser ingeridos por los pacientes para prevenir este padecimiento e incluso pueden ser ingeridos por quienes ya tiene várices para mejorar los síntomas de la afección.
Para prevenir y tratar este padecimiento es indispensable incluir en la dieta alimentos que contengan una cantidad significativa de fibra soluble. Este compuesto, según explica el medio, cuenta con la capacidad para tener el agua y otros compuestos que suelen adherirse a ciertas partes del cuerpo impidiendo la libre circulación de la sangre. Algunos alimentos ricos en fibra son:
- Frutas frescas y disecadas, como ciruelas, uvas pasas y similares.
- Frutos secos.
- Legumbres.
- Verduras.
- Hortalizas.
- Cereales integrales.
- Salvado.
En medio de este proceso es crucial ingerir la suficiente cantidad de agua a diario. Los profesionales de la salud mencionan que una persona adulta debe ingerir de seis a ocho vasos de agua al día, lo que equivale a dos litros de este líquido incoloro; sin embargo, hay otros expertos que mencionan que la cantidad variará dependiendo de la rutina diaria del paciente, de su peso y su talla. Por lo que se recomienda consultar con el médico tratante acerca de la cantidad adecuada que se debe ingerir. Cuando se consume la suficiente cantidad de agua la sangre fluye de una mejor manera por todo el cuerpo.
Los radicales libres son los principales responsables del envejecimiento y la degradación de las paredes de arterias y venas, por lo que se recomienda aumentar la ingesta de productos que contenga altas cantidades de antioxidantes, ya que estos compuestos combaten de manera directa a los radicales libres. Algunos alimentos y productos con antioxidantes son:
- Aceite de oliva extra virgen.
- Vegetales en general, y frutas; las que más contienen dicho compuesto son: el aguacate, las moras, las fresas, las frambuesas, los arándanos, las coles, las zanahorias, las uvas, las cebollas, los ajos, las espinacas y los tomates.