El funcionamiento del cuerpo depende de una ingesta suficiente de nutrientes esenciales, los cuales reciben ese nombre debido a que son compuestos que intervienen en múltiples procesos que tienen lugar en el interior del organismo. Las grasas, los carbohidratos, las proteínas, el agua, las vitaminas y los minerales son el grupo de seis elementos que hacen falta para que el cuerpo esté sano.
Muchos de ellos se obtienen a partir de la alimentación diaria, de ahí que se recomiende tener una dieta balanceada, en la que se privilegien los ingredientes que son ricos en ellos. Sobre las vitaminas se ha dicho mucho y se han descrito las bondades de cada una de ellas.
Una de las más famosas es la vitamina D, que es uno de los compuestos claves para el cuidado de la salud ósea, ya que contribuye a facilitar la absorción del calcio, mineral fundamental para la formación y mantenimiento de los huesos.
Como explican desde la Biblioteca Nacional de Medicina, Medline Plus, la falta de esta vitamina puede ser perjudicial para la salud, haciendo a las personas más propensas al desarrollo de enfermedades como la osteoporosis.
Hay tres fuentes que permiten conseguir la vitamina D necesaria para el cuerpo, la primera es por medio de la alimentación, en la que sobre todo se destaca el aporte del pescado; la segunda es la luz del sol, siendo esta la principal, pero con la que se debe tener cuidado para evitar quemaduras, y la última es a partir de la suplementación. Aunque esta solo debe ser recomendada por los profesionales de la salud.
¿En qué condiciones puede ser nociva?
En este caso aplica la famosa regla de que “todo en exceso es malo”. Así pues, tener una ingesta inadecuada de vitamina D, sin considerar el marco completo de la historia clínica del paciente, puede ser dañino para la salud.
La dieta, insisten los expertos, debe ser balanceada y eso implica que haya toda clase de nutrientes, en las cantidades recomendadas. En el caso de la vitamina D, explican desde Healthline, el consumo excesivo puede conllevar a consecuencias negativas, tales como la intoxicación.
De acuerdo con el referido portal, hay investigaciones que se han centrado en analizar casos particulares en los que se han evidenciado efectos negativos tras el consumo de suplementos de vitamina D. Entre estos estudios se encontró que por la acción de este nutriente para facilitar la absorción del calcio, es posible que se acumule el mineral en cantidades elevadas y derive en malestar general, tales como el dolor de estómago, la diarrea y el estreñimiento. Cabe precisar que son casos puntuales, aunque llaman la atención sobre la importancia de tener una guía adecuada sobre los suplementos.
¿Cuánta vitamina D se recomienda consumir al día?
La Oficina de Suplementos Dietéticos, perteneciente a los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos, entrega un listado de las recomendaciones de los expertos con respecto al consumo diario de vitamina D al día:
- Bebés hasta los 12 meses: 10 microgramos (mcg).
- Niños de 1 a 13 años: 15 mcg.
- Adolescentes de 14 a 18 años: 15 mcg.
- Adultos de 19 a 70 años: 15 mcg.
- Adultos mayores de 71 años: 20 mcg.
- Mujeres y adolescentes embarazadas o en período de lactancia: 15 mcg.
En la alimentación, se puede conseguir vitamina D principalmente en los pescados, entre estos el atún y el salmón.
Sobre la exposición al sol recomiendan que se haga de forma controlada y utilizando la protección necesaria, tales como el bloqueador solar y salir en los horarios en que el sol sea menos fuerte, como indican desde los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades.