Aunque su tamaño no sea muy grande, los beneficios que dan las fresas son innumerables y se hace indispensable tenerlas como parte de la alimentación. Estos pequeños frutos rojos tienen una gran concentración de antioxidantes, que junto a vitaminas y minerales prolongan una larga lista de beneficios que el cuerpo humano.
Además, al ser una fruta con muy baja concentración de calorías, permite que se puedan comer en gran cantidad sin afectar la glucosa. A la par de esto, las personas que deseen hacer planes de alimentación en busca de bajar de peso podrán incluirlas sin ningún inconveniente, pues serán aliadas para combatir el hambre y las funciones metabólicas.
La lista de beneficios que tiene la fresa es extensa, pero para este caso se hará referencia a tres que favorecen al organismo. Entre la información dada a conocer por el portal Mejor con Salud, cabe destacar que ayuda a regular la presión arterial, reducir el colesterol y bajar el ácido úrico.
Previenen enfermedades cardiovasculares: las fresas, al contener un tipo de antioxidante, logran ser un desinflamatorio para los tejidos, además de servir para que se bajen los niveles altos de colesterol y triglicéridos que se puedan llegar a presentar en el organismo.
Junto a esto, tienen el beneficio de ser un reductor de posibilidades por riesgo de hipertensión arterial, porque logran aumentar la elasticidad de las arterias y evitar las obstrucciones de las mismas.
Si se consumen a menudo, también tendrán un efecto alcalinizante, es decir, permiten con mayor facilidad la eliminación de sustancias de desecho como ácido úrico. Cabe recordar que, de no dar de baja estas malas sustancias, al interior del cuerpo puede haber afectaciones en articulaciones y en el riñón.
Para las personas que padecen de algún tipo de artritismo y de gota, las fresas en la alimentación casi que se plantean como indispensables.
Otras bondades de las fresas
- Son hidratantes: cada 100 gramos de fresas tienen 32 calorías y poco menos de 90 % de agua. Esto las posiciona como unas de las frutas más favorables para la hidratación del cuerpo, contrarrestando así la pérdida de líquidos que se pueden producir, por ejemplo, en climas cálidos.
- Protegen la salud visual: gracias a que las fresas poseen luteína y zeaxantina, la salud de los ojos se mantiene a raya. Estos dos compuestos son antioxidantes que se suman a la vitamina C que tiene el fruto y disminuye la probabilidad de desarrollar enfermedades como cataratas.
- Mejoran la salud de la piel: el portal experto en salud Mejor con Salud asegura que sus compuestos activos ayudan a regular los niveles de azúcar en la sangre y aportan al organismo beneficios para el cuidado de la piel cuando se trata de luminosidad, hidratación, tratamientos para el acné y más.
- Previenen las enfermedades cardiovasculares: la Fundación del Corazón, una organización sin ánimo de lucro, recalca que las fresas poseen flavonoides, compuestos que favorecen la dilatación de las arterias y regulan la presión arterial.
- Ayudan a mejorar el estado de ánimo: los frutos rojos ayudan a controlar la ansiedad, pues son ricos en antioxidantes, por lo que resultan ideales para combatir esta sensación de estrés. Entonces, es importante incluir en la dieta el consumo de moras, fresas, arándanos y frambuesas.