El colesterol es una sustancia que se encuentra en la sangre y que el cuerpo la necesita con el objetivo de formar células sanas. Pero, los expertos advierten los riesgos que se corren al tener altos niveles de colesterol, pues puede aparecer una enfermedad cardíaca.
Cuando hay colesterol alto, es posible que se formen depósitos grasos en los vasos sanguíneos. Con el paso del tiempo, estos depósitos crecen y es más difícil que fluya suficiente sangre a través de las arterias. En algunos casos, esos depósitos pueden romperse de repente, lo que genera un coágulo que causa un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular, así lo explican en el portal Mayo Clinic.
Comer demasiada grasa saturada o grasas trans puede causar unos niveles de colesterol poco sanos. En Mayo Clinic advierten que “las grasas saturadas se encuentran en cortes de carne grasos y productos lácteos no descremados”.
De acuerdo con la Fundación Española del Corazón (FEC), para controlar el colesterol malo, en específico, se debe incluir en la dieta alimentos como frutas y verduras, cereales, legumbres, pescado azul, aceite de oliva y frutos secos.
Y una de las legumbres recomendables para mantener bajo control el colesterol es la soja, que, además, tiene diferentes beneficios, por lo que nutricionistas la recomiendan siempre para consumir y tener una dieta saludable que aporte mucho a una vida sana.
La soja es una especie de la familia de las leguminosas cultivada desde tiempos remotos para la alimentación humana. Este grano y sus productos derivados, como la leche y el tofu, son símbolos de los movimientos vegetarianos y veganos.
A diferencia de las proteínas animales, la soja es una alternativa libre de colesterol, grasas saturadas y otros elementos perjudiciales para la salud. Además, es apta para los intolerantes a la lactosa y puede ser útil para sustituir la carne. Esta proteína es de alta calidad y se obtiene de las habas de soja, las cuales se distinguen por ser la principal fuente de aminoácidos vegetales, lo cual es ideal para remplazar los alimentos proteicos de origen natural.
El consumo de soja es eficaz para el mantenimiento y la restauración de los músculos luego del entrenamiento físico, lo cual favorece la formación de la masa muscular.
Además, es de alto valor energético y apoya funciones importantes como la síntesis de hormonas y la absorción de nutrientes.
Uno de los beneficios de la proteína de soja más destacados es su capacidad para mejorar la digestión. Gracias a su alto aporte de vitaminas del grupo B, interviene en los procesos enzimáticos que ayudan a tener un óptimo proceso digestivo. Además, participa en la síntesis de ácidos grasos, ayuda a optimizar el funcionamiento del sistema inmunológico y no contiene lactosa, lo que evita las crisis inflamatorias en el intestino.
La soja, también, cuenta con un compuesto orgánico llamado lecitina, el cual está presente en la mayor parte de las células vivas, tanto vegetales como animales. Este es un compuesto graso que tiene un enorme valor, gracias a su acción sobre los lípidos del organismo, especialmente en la sangre, según el portal Mundo Deportivo.
A manera de conclusión, se puede resaltar que la soja es un producto adecuado en el remplazo de carne. De igual forma, diferentes industrias utilizan la proteína de soja en artículos de uso cotidiano, y sus propiedades brindan múltiples beneficios a quienes la consumen y la incorporan en su dieta de forma regular.
Este producto sano y seguro es bajo en calorías, estimula el gasto calórico y mejora los valores de laboratorio. Sin embargo, hay que tener presente que la proteína de soja, como cualquier otro alimento, puede presentar alergias de graves a severas en quien la consume excesivamente, sobre todo si se trata de niños menores de 3 años de edad.