Los espárragos, ese vegetal de tallo delicado y sabor exquisito, son mucho más que un simple acompañamiento en la cocina. Para el portal de la secretaría de agricultura del Gobierno de México, el valor nutricional y sus beneficiosas para la salud han sido reconocidos a lo largo de la historia, desde los antiguos egipcios hasta estudios médicos modernos.
Según el artículo del Gobierno de México, el espárrago, científicamente conocido como Asparagus officinalis, es miembro de la familia de las liliáceas. Este vegetal se destaca por su alto contenido de minerales, vitaminas y antioxidantes, además de ser bajo en calorías.
A lo largo de más de tres mil años, los espárragos han sido apreciados no solo por su sabor, sino también por sus propiedades medicinales para tratar diversas dolencias.
Para la Fundación Española de la nutrición, una de las principales virtudes de los espárragos radica en su contenido de ácido fólico y betacarotenos; dos nutrientes esenciales para la prevención de enfermedades del corazón e hipertensión arterial. Estos compuestos también tienen propiedades rejuvenecedoras, benefician la salud ocular y promueven un cambio en el metabolismo, con efectos adelgazantes.
El consumo de espárragos puede adaptarse a diversas preparaciones culinarias, ya sean crudos, cocidos al vapor, hervidos, a la parrilla, asados o incorporados en guisos, sopas y ensaladas. Esto los convierte en una opción versátil y deliciosa para incluir en la dieta diaria.
Además, son ideales para dietas bajas en sodio y ricas en fibra, vitaminas A, C y hierro.
Una de las propiedades más destacadas de los espárragos es la capacidad diurética. También, gracias a su contenido de fibra, ayudan a prevenir el estreñimiento y actúan como un suave diurético, lo que contribuye a disminuir la presión arterial. Además, el potasio favorece el buen funcionamiento del corazón y el sistema nervioso.
Pero, ¿cuáles son exactamente los beneficios de los espárragos para la salud? A continuación, algunas de las propiedades y beneficios que este vegetal ofrece según el portal Nutrición y farmacia:
Diurético
Los espárragos, al ser principalmente agua, facilitan la eliminación de líquidos del organismo. Esto los convierte en una opción recomendada para personas con edemas o problemas renales. Además, su contenido de asparagina estimula la producción de orina.
Regulador del tránsito intestinal
Gracias a su contenido de fibra, este vegetal tiene la capacidad de regular el tránsito intestinal, previniendo el estreñimiento, las inflamaciones de la hemorroides y los divertículos en el colon.
Antioxidante
Los espárragos contienen lignanos, folatos y flavonoides, compuestos vegetales con propiedades antioxidantes. Estos componentes ayudan a combatir los efectos dañinos de los radicales libres y pueden inhibir el crecimiento de tumores.
Mejora la función cognitiva
El ácido fólico presente en los espárragos es especialmente beneficioso para la salud cerebral, habiendo demostrado efectos positivos en el desarrollo del cerebro y la función cognitiva. Su composición nutricional, rica en vitaminas A, C, E y K, cromo, oligoelementos, fibra y ácido fólico, reduce el riesgo de deterioro cognitivo.
Fortalecimiento de los huesos
Los espárragos son una buena fuente de vitamina K, que es esencial para mantener unos huesos fuertes y saludables. Esto los convierte en un aliado en la prevención de enfermedades como la osteoporosis u osteoartritis, especialmente en personas de la tercera edad.
Propiedades antivirales
Gracias a su alto contenido de nutrientes, los espárragos fortalecen el sistema inmunitario, lo que ayuda a prevenir resfriados y enfermedades virales o bacterianas.
Es importante destacar que los espárragos, aunque beneficiosos para la salud, también presentan algunas desventajas. El portal Botanical explica que su consumo puede intensificar el olor de la orina, pero esto es inofensivo. Además, pueden provocar la formación de gases intestinales en algunas personas.
Aquellos que tienen cálculos renales, deben tener precaución con el consumo excesivo debido a su contenido de rafinosa, un carbohidrato que necesita ser fermentado.