A muchas personas les preocupa padecer en algún momento de la vida un cáncer, enfermedad por la que algunas células del cuerpo se multiplican sin control y se diseminan a otras partes del organismo. De acuerdo con el Instituto Nacional de Cáncer, a medida que las células envejecen o se dañan, estas mueren y las células nuevas las reemplazan; sin embargo, a veces el proceso no sigue este orden y las células anormales, o células dañadas, se forman y se multiplican cuando no deberían, formando tumores cancerosos (malignos) o no cancerosos (benignos).
Cuando este tipo de células malignas crecen en el estómago, provocan el cáncer; el estómago es el órgano que se ubica entre el esófago y el intestino delgado, y que se encarga de mezclar los alimentos con el ácido estomacal digiriendo las proteínas. Según los expertos de Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, este tipo de cáncer afecta principalmente a las personas mayores, pues dos tercios de las personas con este tipo de cáncer son mayores de 65 años.
Por lo general, el riesgo de padecer esta afección se puede dar por una infección por Helicobacter pylori, haber tenido inflamación del estómago, comer abundantes alimentos salados, ahumados o encurtidos, fumar y tener antecedentes familiares de cáncer de estómago. De esta manera, es importante tener buenos hábitos alimenticios para mitigar que las células malignas se desarrollen, especialmente en esta parte del cuerpo.
Así las cosas, el portal web Cocina Vital destaca las propiedades desintoxicantes de la berenjena, un poderoso vegetal que ayuda a eliminar sustancias indeseables para el organismo. Expertos señalan que una porción de berenjena puede proporcionar al menos el 5 % de las necesidades diarias de fibra, cobre, manganeso, vitamina B-6 y tiamina que requiere una persona, y también contiene otras vitaminas y minerales importantes para el organismo.
Con respecto a las células malignas, los polifenoles de la berenjena pueden ayudar a combatirlas, especialmente cuando se pueden llegar a formar en el estómago. Las antocianinas y el ácido clorogénico de este vegetal, protegen a las células del daño causado por los radicales libres, y a largo plazo, esto puede ayudar a prevenir el crecimiento de tumores y el crecimiento de células cancerosas, según explica el portal web Medical News Today.
Por otra parte, las antocianinas de la berenjena también pueden ayudar a lograr esto, “evitando que se formen nuevos vasos sanguíneos en el tumor, reduciendo la inflamación y bloqueando las enzimas que ayudan a que las células cancerosas se propaguen”, detalla el portal en mención.
¿Cómo consumir este alimento?
Este vegetal se caracteriza por su sabor ligeramente amargo y la textura esponjosa, que lo convierte en una adición interesante y sabrosa para muchas preparaciones. De hecho, Medical News Today indica que se puede hacer berenjena crujiente al horno, hamburguesas japonesas de berenjena, glaseadas con miso, berenjena asada con tahini, piñones y lentejas, salteado de camarones y berenjenas con especias, espirales de berenjena con yogur griego, tomates y pepino, y berenjenas guisadas.
Otros beneficios de la berenjena
- Mejora la salud del corazón: gracias a su alto contenido de fibra, el potasio, la vitamina C, la vitamina B-6 y antioxidantes, ayuda a prevenir afecciones cardiovasculares. De hecho, una revisión publicada en 2019 sugirió que comer alimentos que contienen ciertos flavonoides, incluyendo las antocianinas, ayuda a reducir los marcadores inflamatorios que aumentan el riesgo de enfermedad cardíaca.
- Controla los niveles de colesterol: los polifenoles de la berenjena pueden “ayudar a proteger al cuerpo del cáncer. Las antocianinas y el ácido clorogénico protegen a las células del daño causado por los radicales libres. A largo plazo, esto puede ayudar a prevenir el crecimiento de tumores y el crecimiento de células cancerosas”, explica el portal en mención.
- Mejora la función cognitiva: como tal, las antocianinas de este vegetal ayudan a prevenir la neuroinflamación y facilitan el flujo de sangre al cerebro, lo cual ayuda a prevenir la pérdida de la memoria y disminuir el deterioro mental relacionado con la edad.