La lengua es un importante órgano del cuerpo que está compuesta principalmente por músculos y está cubierta con una membrana mucosa y que contiene pequeños nódulos de tejido, llamados papilas gustativas, que proveen la sensación del gusto.

Adicionalmente, cumple otras funciones fundamentales como mover el alimento y ayudar a articular el habla, de manera que cumple un gran número de maniobras bucales.

En relación con el habla, la lengua es la encargada de producir diferentes sonidos, dependiendo de cómo está posicionada en la boca. Debido a que es flexible, puede cambiar de posición con rapidez para generar una secuencia rápida de sonidos. Esto lo hace con tal rapidez que la lengua puede producir más de 90 palabras por minuto.

Como se mencionó anteriormente, este órgano es relevante en el sentido del gusto frente a la detección de los sabores dulce, agrio, salado, amargo y umami (vocablo que significa sabroso), según el Instituto Nacional de la Sordera y otros Trastornos de la Comunicación de Estados Unidos.

“Las papilas gustativas para cada uno de los cinco sabores están distribuidas a lo largo de toda la superficie de la lengua, en lugar de encontrarse en secciones específicas. Todos los sabores se perciben igual de bien en todas partes”, de acuerdo con la organización.

Entretanto, existe una estrecha relación entre la lengua y la masticación, ya que la primera posiciona el alimento entre los dientes para la masticación antes de mezclarlo con saliva, según explicó el portal PubMed Health.

Los especialistas en la salud oral recomiendan no solo prestar atención al cepillado de los dientes, al menos dos veces al día y al uso del hilo dental, sino también a la limpieza de lengua. | Foto: Getty Images

Adicionalmente, ayuda al proceso de deglución, que es el proceso por el cual sustancias y los alimentos y la saliva se trasladan desde la boca hasta el estómago, sin obstruir las vías respiratorias.

“Después de masticar las partículas de comida, la lengua ayuda a juntarlas en masas conocidas como bolos. Una vez formado el bolo, la lengua lo empuja hacia el esófago, que se encuentra en la parte trasera de la boca, antes de que continúe su camino hasta el estómago para la digestión”, según la publicación.

Cuidados de la lengua

Los especialistas en la salud oral recomiendan no solo prestar atención al cepillado de los dientes, al menos dos veces al día y al uso del hilo dental, sino también a la limpieza de lengua.

Para ello, se recomienda usar un cepillo que tenga limpiadores de lengua que ayuden a eliminar las bacterias causantes de los malos olores.

Además de esas recomendaciones para mantener la limpieza oral, se ha advertido sobre una situación que puede afectar a este órgano y que tiene relación con el estado de salud de una persona.

Se recomienda usar un cepillo que tenga limpiadores de lengua que ayuden a eliminar las bacterias causantes de los malos olores. Foto: Ute Grabowsky/Photothek via Getty Images. | Foto: Getty Images

Nos referimos a la aparición de grietas o fisuras en la superficie de la lengua, que en algunas ocasiones suelen ser más o menos profundas, que pueden estar acompañadas de otros síntomas como dolor, ardor, inflamación o cambios de color.

Aunque se ha advertido que no se trata de una condición grave ni contagiosa, sí pueden causar molestias e interferir con la higiene bucal o alguna señal de un problema de salud que debe ser consultado con un médico.

De acuerdo con el portal Vida Lucida, existen varios factores relacionados con estos casos.

— Genéticos: debido a una predisposición hereditaria pueden aparecer desde el nacimiento o a lo largo de la vida.

Algunas causas son ambientales, relacionadas con hábitos como fumar, ingerir alcohol, estrés, uso de ciertos medicamentos o el contacto con sustancias irritantes que pueden dañar la mucosa lingual y favorecer la aparición de grietas. | Foto: 2022 Stefano Guidi

— Ambientales: están relacionadas con hábitos como fumar, ingerir alcohol, estrés, uso de ciertos medicamentos o el contacto con sustancias irritantes que pueden dañar la mucosa lingual y favorecer la aparición de grietas.

— Inmunológicos: tienen que ver con enfermedades autoinmunes, como el síndrome de Sjögren o el liquen (hongo) plano oral, que pueden provocar inflamación y alteración de la lengua, lo que puede generar grietas.

Vitaminas

Para evitar que se presente esta situación se aconseja el consumo de vitaminas:

— Vitamina B2 o riboflavina: ayuda al metabolismo celular y en la producción de energía. Tener deficiencia de esta vitamina puede provocar lesiones en la boca, como grietas en la lengua y en las comisuras de los labios, así como inflamación y enrojecimiento de la mucosa oral.

— Vitamina B3 o niacina: ayuda al mantenimiento del sistema nervioso y del aparato digestivo. Tener deficiencia en esta vitamina puede originar la llamada pelagra, que se caracteriza por dermatitis, diarrea y demencia. En la boca, puede producir la glositis atrófica (inflamación y atrofia de la lengua, que puede presentar grietas y cambios de color).

— Vitamina B6 o piridoxina: cumple un funcionamiento importante en el sistema inmunológico y en la síntesis de neurotransmisores. Tener deficiencia en esta vitamina puede ocasionar anemia, depresión, confusión y alteraciones neurológicas. En la boca puede producir glositis y estomatitis angular, que se manifiestan con inflamación, dolor y grietas en la lengua y en las comisuras de los labios.

— Vitamina B12 o cobalamina: ayuda a la formación de glóbulos rojos y en el mantenimiento del sistema nervioso. Tener deficiencia en esta vitamina puede ocasionar anemia perniciosa, una enfermedad que afecta a la médula ósea y al sistema nervioso. En la boca puede producir glositis atrófica que se caracteriza por una lengua lisa, roja y brillante, que puede tener grietas y ser muy sensible.