Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) explican que el hígado cumple con muchas funciones como, por ejemplo, eliminar desechos, producir bilis, procesar las sustancias de medicamentos, alcohol o incluso medicamentos.

Pero resulta que existen un número de enfermedades hepáticas que comparten como síntoma común la inflamación del hígado, que necesariamente debe ser atendido por un profesional de la salud.

Por ejemplo, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) menciona que “las hepatitis virales representan una elevada carga de enfermedad y mortalidad a nivel mundial”, es decir que -según reporta- el 78 % de los casos de cáncer primario de hígado pueden deberse a hepatitis B o C; lo mismo ocurre con la cirrosis hepática, que representa un 57 % de casos.

Cabe recordar que de acuerdo con la OPS las hepatitis A, B, C, D y E normalmente causan una infección que termina en la inflamación del hígado que podría concluir en un cáncer.

Cada una de dichas enfermedades puede desencadenar cierto tipo de síntomas, mientras que en otros casos no, por ejemplo, la organización internacional de salud asegura que el virus de la hepatitis C “puede permanecer en la sangre de una persona sin presentar síntomas, incluso hasta 20 años después hasta que produce inflamación y daño al hígado, lo que puede derivar en una hepatitis crónica, cirrosis o un cáncer de hígado”.

No obstante, afirma que tiene cura y se puede reducir el riesgo de alguna complicación sobre la salud. “Hoy en día existen medicamentos efectivos que en un lapso de tres meses el paciente puede recuperarse totalmente”, añade.

El hígado es un órgano importante. | Foto: Getty Images

¿Pero cuáles son las señales no comunes que indican que el hígado está inflamado?

El servicio en línea de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (MedlinePlus) en uno de sus informes explica que la hepatomegalia “es el agrandamiento del hígado por encima de su tamaño normal”, que puede deberse a muchos factores, ya sea por los ya mencionados o, quizá, una insuficiencia cardíaca, anemia o parásitos.

Pero las señales que podrían advertir de una posible inflamación de hígado, según Mejor con Salud, son:

Náuseas

El Instituto Nacional del Cáncer (NCI) explica que son sensaciones o molestias “en el estómago que puede aparecer con una necesidad imperiosa de vomitar”, que aunque puede estar relacionado como síntomas de muchas enfermedades, “es un efecto secundario de algunos tipos de terapia del cáncer”, señala.

Por tanto, el sitio web precisa que como el hígado se encarga de eliminar toxinas, cuando no funciona correctamente, deja de procesar alimentos que pueden provocar vómito.

Las náuseas están relacionadas con varias enfermedades. | Foto: Getty Images

Heces de color blancuzco

Ciertamente, las heces son materia que el cuerpo expulsa luego de haber hecho digestión, pero según su color, es importante prestar atención y acudir con un médico. Por ejemplo, el portal menciona que cuando el hígado se encuentra en mal estado, las heces pueden tener un color blanco.

La depresión es una de las afecciones de salud que genera cansancio. | Foto: Getty Images

Cansancio

La Asociación Catalana de Pacientes Hepáticos (ASSCAT) explica que la fibrosis hace parte de la enfermedad hepática que se debe a la cicatrización del hígado cuando se inflama varias veces, que normalmente puede generar cansancio o debilidad que no siempre son comunes.

Además, dentro del grupo de síntomas que indicarían que el hígado está inflamado se encuentra el dolor en la parte superior del abdomen, algunos trastornos digestivos como el estreñimiento o los gases intestinales, por ejemplo; y por supuesto, el color de la orina -oscuro- porque la bilirrubina se encuentra en altos índices en la sangre y afecta los riñones generando este color.

Finalmente, es importante no omitir estas señales y acudir de inmediato con un profesional de la salud.