La Real Academia Española (RAE) explica que una persona ‘sensible’ es “propensa a emocionarse o dejarse llevar por los sentimientos”, que en otras palabras se podría referir a cualquier ser humano. Sin embargo, en la psicología existe el rasgo PAS, que significa Persona Altamente Sensible, ¿qué es?

La Asociación para todas las Personas con Alta Sensibilidad de España (APASE) asegura que la alta sensibilidad es un “rasgo de personalidad” que lo experimenta por lo menos el 20 % de la población, señalando que no se puede confundir con un trastorno psicológico ni mucho menos con la introversión porque de acuerdo con su informe incluso el 30 % de personas con PAS son extrovertidas.

Todo lo anterior encuentra relación con el sistema nervioso que logra estimularse de manera “simultánea” con diferentes factores, afirma en su página oficial APASE.

Asimismo, es importante mencionar que el término ‘Alta Sensibilidad’ guarda un vínculo con la doctora Elaine Aron, que en sus estudios investigativos también lo sincroniza con la Sensibilidad al Procesamiento Sensorial (SPS).

Estas son las características de una persona altamente sensible

De acuerdo con la Asociación española los siguientes aspectos hacen parte del proceso sensorial de una persona con rango PAS:

1. Siente empatía

La RAE define la empatía como la “identificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo de otro”, que en palabras de APASE significa que una persona con alta sensibilidad puede experimentar de manera intensa la tristeza, la felicidad e incluso la injusticia, entendiendo la preocupación de otros, teniendo en cuenta que también pueden sentir compasión por los animales.

Son personas que pueden llegar a ser altamente expresivos cuando observan una obra de arte o escuchar alguna melodía.

No todas las personas son empáticas. | Foto: Getty Images

2. Tiene sobreestimulación

La entidad también precisa que hay una sobreestimulación que puede producir abrumación o agobio por la información que procesa que lo puede llevar a un ‘bloqueo mental’, incluso producir estrés.

Cabe recordar que la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, MedlinePlus, define el estrés como “la forma” en que el cuerpo da respuesta a una situación, es decir, cómo reacciona ante un hecho que puede ser retador o requiere exigencia.

La ansiedad genera diversas sensaciones en las personas y puede ser causada, por ejemplo, por el estrés. | Foto: Getty Images

Durante el estrés, el cuerpo libera hormonas enviando una señal para actuar en un momento determinado. Sin embargo, la glucosa en la sangre y la presión arterial se pueden ver altamente afectadas.

Cabe señalar que no se considera que el estrés sea malo, ya que puede ayudar en la reacción ante situaciones que coloquen en riesgo la vida de una persona. No obstante, convivir con él puede desarrollar graves afecciones sobre la salud.

3. Piensa y analiza profundamente

La APASE puntualiza que aunque no son personas necesariamente introvertidas, ciertamente tampoco se les reconoce como impulsivas porque suelen ser tranquilas y reflexionar, analizando sus pensamientos, ya sea por el pasado, o quizá, por el futuro, y como resultado se les dificulta decir “no”.

Son personas que suelen pensar mucho. | Foto: Getty Images

4. Sensibles a los detalles

Son consideradas personas detallistas que logran percibir cuando una persona tiene un cambio en su aspecto físico e incluso emocional. Además, suelen prestar más atención como percibir previamente sonidos.

Es entonces que en resumidas cuentas, la Asociación señala que las personas con alta sensibilidad suelen enamorarse con facilidad, pero tienen una tendencia a la perfección.

Asimismo, son sensibles a las críticas que reciben, pero dentro de sus fortalezas se les atribuye su capacidad de concentrarse detenidamente.

Son sensibles con la naturaleza. | Foto: Foto: Getty Images.

La empatía con la que ya se les describió les permite tener relaciones personales fructíferas porque mantienen conexiones profundas.

Finalmente, los cambios no les favorecen inmediatamente, por lo que necesitan de un tiempo para aceptar y adaptarse, ya sea en un trabajo o una mudanza.