El trabajo remoto por causa de la pandemia del coronavirus, o incluso antes de esta nueva normalidad, ha generado que las personas se acostumbren a comer frente al computador o frente a sus puestos de trabajo. Sea por el afan del día a día, por los tiempos, por la comodidad de la casa o por cualquier otro motivo, esto se volvió un hábito constante.

Sin embargo, ingerir las meriendas frente a una pantalla sería un peligro para la salud, según lo indica un estudio de la Unidad de Nutrición y Comportamiento de la Escuela de Psicología Experimental de la Universidad de Bristol (Reino Unido).

Este estudio se basó en un experimento, para el cual se dividió un grupo de 22 personas en dos. Al primer grupo de participantes se les pidió que comieran su almuerzo mientras jugaban Solitario frente a la computadora. El segundo grupo comió sin distracción. Así, los que estuvieron jugando, a diferencia de los otros, dijeron que se sentían menos llenos después del almuerzo y solo 30 minutos después decidieron comer unos snacks.

Vista aérea del empresario trabajando en equipo en la oficina comiendo el almuerzo | Foto: Getty Images

Media hora después del almuerzo, a ambos grupos se les aplicó la “prueba de las galletas”, en las que el equipo les dio libertad para comerse todos los snacks que quisieran además de pedirles que recordasen los nueve tipos de alimentos que se les había servido para almorzar y el orden de estas.

El grupo que almorzó jugando se comió una media de cinco galletas por persona, y no pudieron recordar el orden en que la comida fue servida, además de sentirse menos llenos, motivo por el que devoraban las galletas. Todo lo contrario, a el grupo que almorzó sin distracciones apenas comió 2.5 galletas por persona y se acordaba de todo sin problemas.

El estudio señala que las distracciones incrementan la cantidad de comida que una persona ingiere durante el día. Comer distraído hace que el organismo no mida la cantidad de comida que se ingiere e incluso genera insatisfacción.

Esto puede ser un peligro para quienes tienen enfermedades como la diabetes o hipertensión, ya que generaría obesidad e incluso ansiedad por comer más.

La principal recomendación es comer (por lo menos las comidas principales del día) en un lugar alejado. No debe haber distracciones, ni computadora, televisor o pantalla del celular, como es lo usual hoy en día.

Por otro lado, se sabe que el escritorio de trabajo es uno de los lugares que más contaminación tiene. Si bien, únicamente en el mouse, mesa y teclado hay 400 bacterias más que en el propio baño. Así, los alimentos se ven afectados con consecuencias negativas para el organismo a corto y largo plazo.

Distracciones: aumento de peso

Según los investigadores, elementos como el trabajo o la diversión que genera los juegos de ordenador afectan a la ‘memoria alimentaria’, y la falta de atención dedicada a la comida que se está realizando impide que se recuerde bien, y por lo tanto se tenga una idea errónea de lo que se ha almorzado.

Cuando la memoria alimentaria no registra bien lo que las personas acaban de comer, entonces se inclinarán por comer más comida simplemente porque no se acuerda, lo que derivará en ganar unos kilitos de más e incluso provocar sobrepeso si se hace a menudo.

Por el contrario, a que si las personas tienen en cuenta lo que comieron se sentiran saciados. Por consiguiente, la atención a lo que se come y la memoria para recordarlo son elementos esenciales que pierden efectividad ante distracciones como comer jugando / trabajando, y también comer ante la TV, otro estímulo que provoca la desviación del interés de lo que se tienen delante a lo que ponen en la pantalla.