La Real Academia Española (RAE) describe el yogur como un “producto lácteo obtenido mediante reducción por evaporación y fermentación bacteriana de la leche”, que favorece la flora intestinal, siendo un probiótico, según señala la Clínica Mayo a través de la experta Katherine Zeratsky.
En este sentido, el centro especializado apunta que este tipo de alimentos “contienen microorganismos vivos destinados a mantener o mejorar las bacterias “buenas” (…) del cuerpo”. Asimismo, los National Institutes Health (NIH) puntualizan que la flora intestinal actúa sobre funciones digestivas, nerviosas y circulatorias del cuerpo.
El artículo “Yogur: papel en el envejecimiento saludable y activo”, publicado por en Elsevier-The American Journal of Clinical Nutrition liderado por Naglaa Hani El-Abbadi, especifica que el yogur es un alimento consumido por muchas poblaciones alrededor del mundo siendo relevante para los adultos mayores.
No obstante, explica que no hay información amplia sobre este alimento, pero no se debe desconocer que está compuesto de vitamina B, vitamina D, calcio, y zinc, por tal razón, puede ser ideal en un plan de alimentación nutricional, guiado por un profesional en salud.
Consecuencias del consumo de yogur a diario
Como bien se sabe, el yogur es una bebida que se obtiene a partir de la fermentación de la leche, que tal y como lo describe Tua Saúde en un artículo revisado por la nutricionista, Tatiana Zanin, las bacterias son las que fermentan la lactosa —una enzima de la leche— y es allí donde se forma el ácido láctico.
Cabe recordar que la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (MedlinePlus) define el ácido láctico como aquella “sustancia producida por el tejido muscular y por los glóbulos rojos que transporta el oxígeno de los pulmones a otras partes del cuerpo”, por lo que confirma que el yogur es bueno para el organismo.
Incluso The Mirror cita una investigación que determinó que el consumo de yogur puede reducir el riesgo de presión arterial alta comparado con el consumo de frutas y verduras que también la regulan, siendo las mujeres quienes obtienen este beneficio más que los hombres porque lo consumen más.
El medio británico menciona al investigador Justin Buendía, de la Universidad de Boston, en los Estados Unidos, quien asegura que la anterior afirmación fue el resultado de dos estudios, donde el primero fue realizado con aproximadamente 240 mil enfermeras que se encontraban en un rango de edad entre los 25 y 55 años; mientras que el segundo estudio, se enfoca en los hombres que no sobrepasaban los 75 años de edad.
Según el medio, una de las explicaciones que se le atribuyen al yogur es que no permite que se engrosen las arterias, que a través de la fermentación con bacterias ayuda a reducir el colesterol alto, y por ende, relajar estos vasos sanguíneos, controlando la presión de la sangre sobre ellos.
La Fundación Española del Corazón (FEC) también añade en uno de sus artículos que el yogur es una bebida que puede ser fácilmente digerida gracias a su valor probiótico, por lo que puede contrarrestar síntomas de intolerancia a la lactosa como la diarrea.
Como conclusión, Mundo Deportivo dice que el consumo diario de yogur le brinda equilibrio a la flora intestinal, fortalece el sistema inmune, reduce el riesgo de infecciones vaginales como la candidiasis e incluso puede combatir los niveles de colesterol alto.
Es importante tener presente que en el mercado hay una amplia variedad de yogures, por lo que es importante consultar con un profesional cuál es el más apto para aprovechar sus beneficios porque muchos pasan por un proceso de industrialización, mientras que otros no.